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Rafael Amargo ha recibido una grata sorpresa en el terreno judicial, y es que, tras años luchando por demostrar su inocencia después de que fuera acusado, tras las denuncias de unos vecinos, de un presunto delito de tráfico de drogas durante la pandemia en su casa de Malasaña (Madrid), finalmente el juez no ha visto indicios para condenarle, y este mismo 14 de mayo se ha sabido que ha sido absuelto por la Audiencia Provincial de Madrid. La Fiscalía pedía para él 9 años de cárcel, pero finalmente el bailaor no entrará en prisión tras la sentencia de los magistrados, que daba a conocer en primicia 'OkDiario'.
Era el pasado 12 de abril cuando Rafael Amargo podía salir de la cárcel de Soto del Real tras 5 meses en prisión provisional, y lo hacía, además, sin medidas cautelares, pues el juez consideraba que no había motivos para mantener esa medida y que tampoco había riesgo de fuga. Y ahora, que se ha conocido la sentencia, el bailaor no tendrá que volver a ella. "No hay indicios de nada todo son suposiciones", señaló entonces a la Prensa a su salida del centro penitenciario, al que acudieron a recibirle su chica, Luciana Bongianino, y sus abogados, Marcos García Montes -encargado también del caso de Daniel Sancho en Tailandia- y el hijo de éste, Marcos García Ortega.
Ya en su día, poco antes de que terminara el juicio, la defensa del bailaor señaló que tenía buenas sensaciones respecto a la sentencia, y es que señalaron que las declaraciones de los testigos de la acusación no estaban siendo demasiado firmes, y dejaron claro que las cantidades de droga incautadas en casa de Rafael Amargo eran anecdóticas. Concretamente, los agentes intervinieron 3 botes de Popper (nitritos de alquilo), una bolsita que contenía 0'089 gramos de feniletilamina (un tipo de anfetamina) y un frasco de 6 mililitros de GBL (sustancia precursora del GHB que produce euforia sexual).
El registro en su casa, en el marco de la conocida como 'Operación Corax', se produjo el 1 de diciembre de 2020 después de las quejas a la Policía de varios vecinos, que aseguraron ver mucho movimiento sospechoso en casa del artista. Según la Fiscalía, Rafael se dedicaba, supuestamente, a vender estupefacientes a quien fuese a su casa, mientras que también tendría reparto a domicilio con ayuda de unos socios. Precisamente la Fiscalía utilizó como prueba la detención por sorpresa de uno de ellos cuando, en abril de ese mismo año, confesó que portaba metanfetamina por valor de 50 euros para vendérsela a una tercera persona, y después regresaba a casa de Rafael para entregarle el dinero de la transacción.
A pesar de que la Policía tendría pruebas en su poder, tras 8 meses investigándole, de que Rafael habría estado buscando, supuestamente, un local para almacenar droga, tal y como publicó en diciembre de 2020 el programa 'Expediente Marlasca' -y de que también existirían escuchas telefónicas en las que el bailaor hablaba abiertamente de estupefacientes-, finalmente, el juez, que anuló todas esas pruebas por falta de rigor legal, no ha visto indicios de que Rafael Amargo perteneciera a una organización criminal, y ha decidido dejarle en libertad.
