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Ana Obregón está triste y preocupada pero no por su polémica con la cantante Nia Correia, un debate que, para ella, "ya está zanjado". Tras unos días complicados por las declaraciones del presentador Roberto Herrera en las que aseguraba que la presentadora hizo llorar a Nia Correia durante la grabación de la promoción de las campanadas y que otros artistas que se sumasen a las acusaciones, la colaboradora de 'Y ahora Sonsoles' se ha defendido con los testimonios de otros compañeros de profesión que se han puesto de su parte y han negado estas acusaciones.
"Estoy muy agradecida a todos. A Roberto Álvarez, a todos los de 'Ana y los Siete'. A Isabel Gaudí que ha dicho que todo era mentira. He demostrado con mensajes de Roberto Herrera, un año después de grabar la famosa esta de la polémica, cuánto me admiraba y qué buena compañera era. Entonces, nada. No entiendo que me quieran hacer daño", declaraba Ana Obregón a Europa Press a la salida de las instalaciones de Atresmedia. Incluso, Alessandro Lequio ha defendido a Ana Obregón.
La preocupación de Ana Obregón que no tiene que ver con Nia Correia
Minutos antes, la colaboradora había negado en directo en el programa de Sonsoles Ónega haber criticado el físico de Nia, pedía perdón si en algún momento había ofendido a alguien y advertía: "La mentira gana partidas, pero la verdad gana el juego, querido Roberto Herrera", dijo, recuperando una frase de Sócrates.
Para Ana "ahora todos quieren su minuto de gloria" y a ella le parecía bien pero "sin hacer un daño gratuito". Ella está volcada en la pequeña Anita, que el próximo 20 de marzo cumple 2 añitos. Y el no poder estar junto a ella en momentos clave es lo que realmente le quita el sueño. "Va a cumplir dos años en marzo. Estoy deseando y mira primer día que no la baño desde que ha nacido, ni la duermo, así que me voy triste, por la hora que es", explicaba la bióloga cogiendo un taxi para correr junto a la pequeña.
