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A Anabel Pantoja y David Rodríguez nada les va a perturbar la paz, y eso es lo que la pareja se ha propuesto en estas últimas semanas en las que han pasado por algunos de sus peores momentos. Tras el susto de salud de su pequeña, Alma, el pasado enero, la influencer y el fisioterapeuta han decidido que lo más importante ahora es estar bien y tranquilos, y para recuperar esa normalidad en sus vidas, los dos han querido actuar como si no pasara nada. Por eso, tras su paso por Córdoba el pasado fin de semana, este lunes llegaban a Sevilla para disfrutar de la Semana Santa, una de las festividades favoritas de Anabel. Y este año con más razón, pues tiene mucho que agradecer por la recuperación de su hija.
Aunque en las últimas semanas ambos apenas se han dejado ver juntos, pues ella ha vuelto al trabajo con sus redes sociales y también con su marca de bisutería -además de hacer un viaje relámpago a Madrid para hacer una mudanza definitiva y dejar atrás el apartamento que aún tenía en el centro de la capital-, y él también ha estado viajando a Córdoba cada semana para atender sus quehaceres en una clínica, esta Semana Santa ha sido el punto de inflexión perfecto para acallar los rumores que había de crisis entre ellos. Y no sólo eso, sino también para cerrar la puerta a los 'dimes y diretes' que estos últimos días han salido a la luz sobre una posible mala relación de David con Merchi, su suegra. Y estas imágenes lo dejan claro: son una familia unida contra viento y marea.
Las imágenes más románticas y emotivas de Anabel Pantoja y David Rodríguez
Anabel Pantoja y David Rodríguez son una pareja de lo más discreta en cuanto a muestras de cariño, y aunque las vemos con algo más de asiduidad en redes sociales, en público se comportan de manera muy reservada. No obstante, eso también ha cambiado en Sevilla, pues ambos han dejado sus imágenes más románticas tanto juntos como con su hija.
Especialmente David estuvo de lo más atento con su chica, que no dudaba en abrazarla y besarla, igual que a su pequeña, que la tuvo en brazos durante un buen rato y no dudó en colmarla de arrumacos. Además, ambos también mostraron su emoción al ver uno de los pasos de la Semana Santa, y no es para menos: Anabel siempre ha sido muy devota, pero es que él también, e incluso supimos por las redes sociales de ella que el joven tiene tradición costalera en su ciudad natal. La pareja se mostró, así, fuerte en un momento en el que el uno es la roca del otro -y viceversa-, pues los problemas judiciales se les han complicado recientemente, y lo que dejan claro estas imágenes es que van a luchar por su paz y tranquilidad con uñas y dientes, pero sobre todo unidos.
