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Alejandra Rubio y Carlo Costanzia están cansados de desmentir rumores de crisis en su relación y ya no sólo lo dicen con declaraciones, también lo hacen con imágenes. El pasado viernes 23 de mayo, el empresario se sentó en el plató de '¡De viernes!' para aclarar en qué punto se encontraba su relación con la hija de Terelu Campos. "Alejandra no es celosa, nunca hemos tenido ningún problema, hacemos los dos nuestra vida conjunta e individual. A los que tengáis hijos, sobre todo con la corta relación que tenemos nosotros, creo que es muy fácil centrarse al 100% en cuidar al bebé y a lo mejor descuidas lo más importante, que es la pareja", explicó Carlo en televisión. Unas horas antes, Alejandra también había negado un distanciamiento. "No hay ninguna crisis. Mi vida está fenomenal y está todo muy bien (...). Somos como la Campanario y Jesulín, que llevan rompiendo toda la vida y nada", comentaba con humor.
Pero no hay nada mejor que una imagen para demostrar que lo que dices es cierto. Y de ahí la importancia de la foto que ha compartido Alejandra Rubio en sus redes sociales. Tras su entrevista, la pareja puso tierra de por medio y viajó a Málaga, donde ha disfrutado de unos días de descanso junto a su bebé, que ya tiene casi seis meses.
Alejandra Rubio y Carlo Constanzia, felices junto a su hijo
En la foto que ha compartido Alejandra, aparecen ella y su bebé sentados en un jardín sobre unas toallas colocadas a modo de picnic. En la instantánea, ella mira sonriente y feliz a cámara junto al bebé. Carlo no aparece físicamente pero está en esta tierna escena, ya que es el encargado de capturar el bonito momento para el recuerdo. Alejandra le etiqueta en su Stories, mientras que el empresario ha compartido la misma foto y otras de sus días en Málaga.
Tras disfrutar de su primera Semana Santa en la tierra natal de su suegra, el empresario ha regresado a Málaga donde ha montado en kart, ha degustado una deliciosa paella, ha tomado el sol en el jardín de la urbanización con su pareja y su hijo y ha paseado por el antiguo barrio de pescadores del distrito Este de la ciudad, una zona en la que ahora pueden verse grafitis como el que ha compartido el hijo de Mar Flores, que todavía no ha coincidido con su consuegra. "Pura vida", escribe junto al carrusel de imágenes.
