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La mañana de este 23 de junio estaba marcada en los calendarios de Rocío Carrasco y de Rocío Flores muy a su pesar, y es que este lunes ambas estaban llamadas a reencontrarse para declarar ante el juez de la Audiencia Provincial de Madrid por la demanda que la joven interpuso en 2021 contra 'La fábrica de la tele' -ahora 'La Osa Producciones Audiovisuales'-, tras la emisión de 'Rocío: contar la verdad para seguir viva'. Aquella docuserie supuso una catarsis para Rocío Carrasco, pero también la oportunidad de su hija de demandar a la productora de la misma por supuesta revelación de secretos y presunta vulneración del derecho a la intimidad por la publicación en el programa de documentos psicosociales, policiales y judiciales, considerados como confidenciales, de cuando ella era menor, y para cuya publicación no dio su consentimiento expreso.
El encuentro entre madre e hija se ha producido tras 13 años sin verse ni dirigirse la palabra, concretamente desde el grave episodio que ambas vivieron en 2012, y que supuso el principio del fin de su relación. Ambas llegaban por separado a su cita con el juez, y también se marchaban cada una por su lado -Rocío Carrasco sola y Rocío Flores acompañada de su abogado-. Ninguna de las dos quiso hablar sobre el tema a su entrada en el edificio, y se limitaban a dar las gracias a los reporteros por su presencia, pero Rocío Carrasco, a su salida, sí quería tener unas palabras, visiblemente afectada tras tener que enfrentarse al momento de volver a ver a su hija: "Todo bien, gracias", señalaba con un pequeño suspiro que ya lo decía todo, y es que este encuentro ha debido de ser de lo más incómodo para ella. "Sé que lo tenéis que preguntar, pero yo no os voy a decir nada, chicos, de verdad. Sé que estáis aquí con el solano, y lo siento mucho, pero no os voy a contar nada, de verdad que no. Yo todo bien", afirmaba escuetamente ante las cámaras de Gtres y de Europa Press.
Rocío Flores casi se echa a llorar tras salir de los Juzgados
Instantes más tarde, y cuando su madre ya se había marchado, salía Rocío Flores, y sorprendía a los reporteros allí apostados al mostrarse de lo más afectada y al borde de las lágrimas: "Mirad, yo os entiendo y os respeto, lo sabéis, pero de verdad que no quiero decir absolutamente nada. Esto para mí ha sido siempre un tema que he querido llevar en la intimidad, y no tengo nada que decir. No voy a decir nada, gracias", señalaba con la voz entrecortada mientras se encendía un cigarro para calmar sus nervios. "Me quiero montar en el coche y fumarme un cigarro tranquila. Yo os entiendo, pero entendedme también a mí. No voy a comentar nada".
Rocío Flores interpuso la demanda a la productora en el año 2021, y a pesar de que en un primer momento ésta fue archivada, continuó con el proceso legal, en el que ahora se está dirimiendo si, efectivamente, se vulneraron sus derechos o no. Este 23 de junio acudía como testigo de su propia acusación, igual que Rocío Carrasco, que llegaba como testigo de los demandados. Flores pide una indemnización de un millón de euros.
