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Raphael es, desde hace tiempo, uno de los mayores artistas del país, y un referente también a nivel internacional. Sin embargo, el pasado diciembre vivió un gran susto, cuando tuvo que parar su entrevista en 'La Revuelta' y llamar a los Servicios de Emergencias de la Comunidad de Madrid, que le desplazaron al Hospital Clínico San Carlos, donde tuvo que ingresar por un fallo cerebrovascular. Le diagnosticaron un linfoma cerebral, y tras 10 días hospitalizado, le dieron en alta mientras estaba en tratamiento por la enfermedad.
A los meses, era Lydia Lozano en 'Mañaneros' quien explicaba cómo se encontraba el artista. Aseguró que "el tratamiento que está siguiente Raphael le está sentando genial". "Está haciendo vida normal", añadió. A los días, conocíamos en exclusiva el plan del cantante para recuperar la voz y poder volver a los escenarios. Apenas un mes después, era el propio Raphael quien se pronunciaba en redes sociales para confirmar su estado de salud y el futuro de su profesión con las fechas de sus próximos conciertos, aunque luego tendría un imprevisto con la venta de entradas: "Con una ilusión inmensa, hoy puedo anunciar que el próximo 15 de junio retomaré mi agenda. Quiero devolveros, en forma de canciones, todo el cariño que me habéis dado durante este tiempo".
Raphael se sincera tras su linfoma cerebral: "Yo moriré en un escenario"
Ya habló a principios de mayo con el periodista Carlos del Amor sobre el momento exacto en que sucedió todo. "Me acuerdo del choque de querer decir una cosa y decía otra. Entendía lo que me estaban diciendo, pero no podía traducirlo. No era dueño de la situación", explicó. "No es que sea muy valiente, es que no hay otro camino", añadió sobre el proceso de recuperación y la disciplina que necesita.
Ahora, Raphael se ha sincerado con Carlos Franganillo, en Informativos Telecinco sobre su diagnóstico y su regreso a los escenarios. "Afortunadamente me sacaron adelante de una manera rápida", agradecía. "Me acuerdo que cuando vinieron a explicarme lo que me ocurría, yo decía 'Lo que vayáis a hacer, háganlo ya'". Rememorando otros problemas de salud que sufrió, como un trasplante de hígado, aclara que "esto (el linfoma) ha sido mucho más engañoso. No llegué a perder el juicio pero no entendía que pasaba. No les podía ayudar, y eso me tenía con la mosca detrás de la oreja". Narra como uno de los momentos que más fuerza le dio fue cuando un médico le animó a ir ensayando, dando a entender que le quedaba poco tiempo en el hospital. "Para mí ha sido una victoria, de los médicos y del sistema. No he llorado ni una sola vez, lo vi tan claro por las palabras de ellos...".
También agradeció a su familia, asegurando que "ayuda muchísimo, te dan seguridad"; y dejó claro su visión sobre la retirada: "Yo soy carne de escena. Moriré en el escenario porque es la forma que yo tengo de ser feliz".
