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El 2025 está siendo para Anabel Pantoja un verdadero 'annus horribilis', pues si ya empezaba el año con el problema de salud de su hija Alma que la mantenía cerca de 20 días hospitalizada, ahora los problemas los está teniendo la influencer por una aparatosa caída que sufría hace sólo unos días, mientras disfrutaba de una escapada con amigos en la Costa Brava, y que terminaba con Anabel en el hospital y con un brazo en cabestrillo. Tras mostrar su estado de salud, ahora la sobrina de Isabel Pantoja ha querido contar más detalles sobre lo ocurrido, y es que la vamos a ver un tiempo largo con un brazo escayolado tras salírsele el codo, aunque la cosa en el día a día ahora es lo más difícil, pues su mano dominante ahora la tiene inhabilitada: "Sólo tengo la mano izquierda y soy una puñetera inútil", se ha sincerado.
"Me pegué un hostión el viernes, no vi un escalón, se me dobló el tobillo, caí con el codo y se me salió. Fue como si me lo hubiera roto, porque el dolor era insufrible. Creo que, junto al cólico nefrítico que me dio embarazada y esto, ha sido de los peores dolores que he tenido, incluso más que el parto. Estuve 40 minutos esperando una ambulancia, vino, me llevaron al hospital más próximo, me lo colocaron... pero fue horrible. El dolor era insufrible. No quiero exagerar ni una gota, y no sé si os ha pasado esto, pero fatal. Una cosa tremenda"
Lo peor ha pasado y ahora Anabel está ya recuperándose, pero se está haciendo muy lento, entre otras cosas porque ni siquiera puede hacer cosas del día a día, como peinarse o lavarse los dientes, tareas para las que necesita ayuda: "Está siendo un poco complicado, porque ahora mismo estoy muy inútil, muy torpe, porque con la mano izquierda no puedo coger apenas a la bebé, y me tienen que ayudar para casi todo. No me puedo peinar, no me puedo hacer una coleta, con la pasta de dientes lo mismo: con esta mano no tengo apenas fuerza, y para el mero hecho de lavarme los dientes, una persona me tiene que echar la pasta". Por eso, Anabel está deseando ver a un especialista que le dé más detalles de cómo va su recuperación, porque tampoco quiere cancelar todos sus planes de verano: "Estoy esperando a que me vea un traumatólogo. Es verdad que me vio un doctor de urgencias, que me atendió maravillosamente, pero me gustaría tener la opinión de un especialista para ver que esté todo en su sitio y que no haya nada roto, cuánto tiempo tengo que estar con el yeso... porque ahora vienen una serie de cosas y de planes que tenía, y esto rompe los planes. Me gustaría saber qué va a pasar. Pero bueno, podría haber sido peor", señalaba resignada.
Las secuelas tras la caída de Anabel Pantoja: brazo en cabestrillo, coja, arañazo en un codo y un moretón
Anabel, recuperada del sofocón después de que antes de este viaje su aerolínea le perdiera las maletas, está ahora mismo, como dirían las abuelas, 'hecha un Cristo', pues el brazo escayolado no es lo único que tiene a causa de la caída: "El pie también lo tengo un poco fastidiado: ando un poquito coja debido al doblamiento y a la caída. No sé cómo coño fue la caída que di con este codo (el izquierdo, donde tiene un arañazo) pero me saqué el derecho. Sé que iba con la leche en una mano y con el móvil en la otra, la zona no estaba para nada iluminada... por lo tanto el escalón no lo vi. Y luego esto (el moretón de su brazo izquierdo), me pasó porque me intentaron coger la vía y no me encontraban la vena esa noche, mirad cómo me pusieron esto... pero bueno, es algo que siempre me pasa. Tengo que sacar el lado positivo de todo esto, y es que sigo viva, como siempre decía, hay que seguir vivo, hay que seguir luchando. Y súper agradecida por la gente que tengo alrededor. Todos los que estuvieron en la casa han cuidado de mi niña, y todos se volcaron conmigo", afirmaba con una sonrisa.
Tras acudir su chico, David Rodríguez, en su búsqueda hasta Barcelona, ahora ya está tranquila en casa de su madre en Sevilla, a donde se ha ido para que le mimen: "Ya estoy aquí en casa de mi mami, porque lo único que quería en el momento de estar en el suelo y luego en el hospital era estar con mi madre. Es una cosa que, no sé por qué pero, cada vez que me pongo mala, lo único que quiero es estar con la Merchi, no quiero estar con nadie más que no sea ella, porque es su casa, mi cama, mi cuarto, cómo me cuida, cómo cocina, sabe las horas a las que me tengo que tomar la medicación... aunque tenga cerca de 40 años, quiero estar al lado de mi madre".
