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Kiko Rivera e Irene Rosales anunciaron su separación el pasado mes de agosto tras diez años de matrimonio. La pareja decidía poner punto y final a su historia de amor de manera amistosa. Durante estos cuatro meses solo les hemos visto en una ocasión juntos, en el inicio del curso escolar de sus dos hijas, Ana y Carlota, de 10 y 7 años, respectivamente. Y ahora, esa imagen se vuelve a repetir y vuelve a ser por un motivo de peso como es la función de fin de curso de sus dos hijas. El hijo de Isabel Pantoja y su mujer dejaron claro que, a pesar de su ruptura, sus hijas iban a seguir siendo lo más importante para ambos y así lo están demostrando.
Ninguno de los dos ha querido dar declaraciones a las cámaras que se encontraba allí presentes, pero en su primer reencuentro tras su separación, Irene Rosales explicó que no iba a ser la última vez que les viésemos juntos y que iban a hacer lo posible porque sus hijas son su prioridad . "No te extrañes... Somos padres y eso lo vamos a ser toda la vida. Tenemos dos niñas preciosas y todo... Le vamos a dar lo mejor a ellas", aseguró la sevillana.
En su día, la psicóloga Leticia Martín, ya nos explicó cómo debían hacer frente Kiko e Irene a su separación como padres para ofrecerles estabilidad a pesar de que su situación familiar haya cambiando. "Su reto principal será proteger a las niñas de ese ruido externo y ofrecerles un entorno emocional estable, donde se sientan seguras y queridas, por encima de cualquier circunstancia" asegura Leticia.
"Es esencial que los hijos reciban un mensaje claro, sincero y sereno: lo ocurrido entre los adultos no cambia el amor que sienten por ellos. Las niñas necesitan escuchar que, aunque la relación de pareja haya terminado, su familia sigue existiendo, solo que ahora de una manera distinta. La coherencia entre las palabras y los hechos será clave para que se sientan sostenidas durante esta transición" como han demostrado estas Navidades Kiko e Irene, que son capaces de aparcar sus diferencias personales y priorizar el bienestar emocional de sus hijas.
El hijo de Isabel Pantoja e Irene Rosales se enfrentan a sus primeras Navidades separados y lo hacen en momentos vitales muy diferentes. Mientras la joven sevillana ha encontrado el amor junto a su nueva pareja, Guillermo, con el que tiene incluso planes navideños. Kiko lo hace centrado en su crecimiento personal y en su faceta como padre.
"Cada día siento cómo las piezas encajan, cómo todo lo que he luchado empieza a dar frutos. Me despierto con ilusión, con la energía de quien sabe que está en su camino. He aprendido de mis errores, he crecido, he cambiado… y ahora por fin disfruto de esta versión de mí que nunca deja de avanzar. Hoy brillo más fuerte que nunca, y lo mejor es que esto solo acaba de empezar. Y si algo he entendido en este proceso, es que la felicidad nace dentro de uno mismo. Sed felices", confesó el hijo de Isabel Pantoja hace tan solo unas semanas sobre cómo se encontraba tras el fin de su matrimonio.













