Una de las últimas cosas que se han descubierto es que Anna acusó a un hombre de violación tras haber mantenido relaciones sexuales en el baño de un bar en 1995.
En aquellas fechas, poco después de haber cumplido 18 años, la actriz se encontró en la carpa de una discoteca de Sant Cugat del Vallés con Manel Ortega, a quien conocía de su localidad de residencia, Cerdanyola, y comenzaron a tontear.
Él estaba de fiesta con su mujer, que estaba embarazada, pero siempre se había sentido atraído por Anna. Esa noche tuvieron sexo rápido en uno de los baños del recinto.
"Empezamos a tontear. Me miró provocadora, muy sexual. Tras varios besos, nos metimos en un baño y lo hicimos... habíamos bebido, fue muy pasional y rápido. Terminamos, yo me fui con mis amigos y ella con su novio", ha contado este hombre que hoy tiene 51 años a LOC.
La acusación
No fue hasta tres años después cuando este episodio volvió a la vida de Manel en forma de denuncia por violación.
La tardanza en poner la denuncia y que algunas de las afirmaciones de Allen careciesen de consistencia, unido a que en este tiempo él había tratado de ponerse en contacto con ella, algo que "no responde a la lógica que quien ha forzado sexualmente a una mujer intente establecer contacto de nuevo con ella" –según reza la sentencia– hicieron que no siguiera adelante la denuncia.
Para Manel fue un calvario, porque el juicio tardó en celebrarse dos años y en ese tiempo se sintió señalado y tuvo que abandonar su pueblo. Fue absuelto en una sentencia de diciembre de 2001.
La actriz, que pedía a su supuesto violador 9 años de cárcel y cinco millones de pesetas, estaba bajo tratamiento psicológico cuando sucedieron los hechos y su terapeuta testificó en el juicio a su favor señalando que los hechos le habían "provocado estrés postraumático".