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Kiko Rivera e Irene Rosales confirmaron su ruptura el pasado agosto. La ya ex pareja decidió seguir caminos separados tras una relación de 11 años, nueve de ellos casados desde el 7 de octubre de 2016, y con dos hijas en común: Ana, de 9 años, y Carlota, de 7. El DJ y la creadora de contenido están viviendo una etapa complicada organizando su nueva vida, algo que puede afectar a muchos padres que deciden romper su relación. Durante el año 2024, en España se produjeron 86.595 casos de separación y divorcio, lo que supuso un aumento del 8,2% respecto a 2023 y una tasa de 1,8 por cada 1.000 habitantes.
La psicóloga Leticia Martín Enjuto, experta en acompañar a adultos y población infantojuvenil en procesos de gestión emocional y adaptación a diferentes etapas vitales, analiza los retos a los que se enfrentan los padres como Kiko Rivera e Irene Rosales cuando deciden separarse y hay niños de por medio. "Su reto principal será proteger a las niñas de ese ruido externo y ofrecerles un entorno emocional estable, donde se sientan seguras y queridas, por encima de cualquier circunstancia" asegura y explica que, cuando unos padres se separan, "es esencial que los hijos reciban un mensaje claro, sincero y sereno: lo ocurrido entre los adultos no cambia el amor que sienten por ellos. Las niñas necesitan escuchar que, aunque la relación de pareja haya terminado, su familia sigue existiendo, solo que ahora de una manera distinta. La coherencia entre las palabras y los hechos será clave para que se sientan sostenidas durante esta transición" como han demostrado la ex pareja acompañando a su hija Ana en su primer día de colegio cuando ya estaban separados.
Según explica la psicóloga Leticia Martín Enjuto, cuando unos padres deciden separarse, "uno de los aspectos más importantes es mantener rutinas y hábitos que aporten estabilidad". "Los niños necesitan saber que, aunque su estructura familiar cambie, su mundo sigue teniendo bases firmes: sus horarios, su colegio, sus juegos, sus espacios. Esa continuidad les da seguridad y les ayuda a integrar la nueva realidad sin sentir que todo ha cambiado de golpe. Es recomendable que Kiko Rivera e Irene Rosales se coordinen para establecer límites, normas y rutinas similares en ambos hogares", añade.
La experta en psicología también revela que, tras una separación, es importante que los hijos pasen tiempo de calidad con cada uno de sus progenitores como han hecho Kiko Rivera, que se llevó a sus hijas al concierto de Camilo, e Irene Rosales. Y advierte del peligro de intentar compensar la separación con regalos o mayor permisividad. "Se trata de estar presentes emocionalmente, de compartir tiempo real y atención genuina. Escucharles, abrazarles, hacerles sentir importantes y atendidas será lo que les aporte serenidad. La calidad del vínculo, más que la cantidad de cosas materiales, será lo que marque la diferencia en su bienestar emocional", cuenta.
Leticia Martín, psicóloga: "Gestionar sus propias emociones les permitirá acompañar a sus hijas con mayor calma y equilibrio"
Tampoco podemos olvidar que el estado emocional de los padres, influye directamente en el de los hijos dice la psicóloga. En el caso de Kiko Rivera e Irene Rosales, buscar espacios de autocuidado y apoyo terapéutico puede ser especialmente valioso. "Procesar el duelo de la ruptura, aprender a comunicarse de forma sana y gestionar sus propias emociones les permitirá acompañar a sus hijas con mayor calma y equilibrio", afirma.
La psicóloga Leticia Martín revela que es habitual que, en un proceso de separación como el de Kiko Rivera e Irene Rosales, es posible que aparezca la culpa. "Es importante que no se dejen arrastrar por ese sentimiento, porque los hijos no necesitan padres perfectos, sino padres que estén presentes y que les demuestren amor de forma constante. La separación no significa haber fallado como familia, sino haber elegido un camino que pueda ofrecer mayor bienestar emocional a todos sus miembros" y añade que, a pesar de la ruptura, el trabajo en equipo es fundamental. "Las niñas se beneficiarán enormemente si perciben que, pese a la ruptura, sus padres cooperan, se respetan y toman decisiones conjuntas pensando en su bienestar. Esta actitud conjunta les enseñará que el amor puede transformarse, pero el compromiso hacia los hijos permanece intacto", dice Leticia Martín sobre el hijo de Isabel Pantoja y su ex.
Un aspecto que suele ser clave en familias con hijos pequeños que se separan es enseñarles a identificar y expresar sus emociones. "Este acompañamiento fortalece su inteligencia emocional y les permite sentirse comprendidas y contenidas" cuenta la psicóloga y destaca la importancia de que los padres separados establezcan canales de comunicación claros. "Coordinar decisiones sobre colegio, actividades y rutinas les da a los niños sensación de seguridad y coherencia. Saber que sus progenitores se comunican y toman acuerdos pensando en ellas les transmite confianza y estabilidad, incluso cuando la relación de pareja ha cambiado" y deja clara la importancia de que es importante que los hijos de padres separados también mantengan espacios para el disfrute y la diversión. "Estos momentos fortalecen el vínculo y recuerdan a los niños que, aunque haya cambios, el amor y la atención permanecen".
Leticia Martín, psicóloga: "Si logran transitar esta etapa desde la calma y la colaboración, estarán enseñando a sus hijas que los vínculos pueden transformarse sin romperse"
Por último, según la psicóloga Leticia Martín, Kiko Rivera e Irene Rosales también necesitan permitirse flexibilidad y compasión consigo mismos. "Aprender, equivocarse y ajustar decisiones es parte del proceso. No se trata de hacer todo perfecto, sino de sostener a sus hijas con amor, paciencia y coherencia" y añade. "Aunque el camino no sea fácil, esta nueva etapa puede convertirse en una oportunidad para que sus hijas crezcan entendiendo que el amor no siempre significa permanecer juntos, pero sí implica respeto, cuidado y compromiso", señala. "Si Kiko Rivera e Irene Rosales logran transitar esta etapa desde la calma y la colaboración, estarán enseñando a sus hijas una de las lecciones más valiosas: que los vínculos pueden transformarse sin romperse, y que el amor verdadero siempre encuentra la manera de quedarse", finaliza.
