La lluvia no ha impedido que Kate Middleton haya vuelto a lucir un estilismo para el recuerdo. Ella y su marido, el príncipe Guillermo de Inglaterra, han visitado la localidad costera de Blackpool, donde han sido recibidos por el cariño de la gente. Después del duelo de estilos entre Kate y Meghan Markle en la fiesta por el 50º aniversario de la investidura del príncipe Carlos como Príncipe de Gales, la Duquesa de Cambridge ha vuelto a demostrar que es la reina de elegancia. Para este acto, en el que la lluvia ha sido la protagonista, se ha decantado por un vestido camisero midi de Michael Kors con estampado de pavo real, que ha acompañado con un abrigo de Sportmax, y unas botas mosqueteras de ante negro con tacón alto de Ralph Lauren.
Para completar el 'look', ha llevado un minibolso de color verde menta, de la firma Manu Atelier. En cuanto a las joyas, ha lucido pendientes de topacio blanco y diamantes, de Kiki McDonough.
Pero sin duda, lo que más nos ha gustado ha sido la elección de su peinado. Para un día gris y lluvioso, Kate ha optado por una coleta alta con volumen. En las últimas ocasiones, la Duquesa ha optado varias veces por este peinado, aunque normalmente lo decora con un coletero o lazo negro. En esta ocasión, ha preferido que un mechón de su cabello tapase la goma.
Lo cierto es que esta visita a la torre Blackpool, que se inspira a la de Torre Eiffel de París, ha sido eclipsada por la aparición sorpresa de Meghan Markle en el acto que tenía fijado su marido, el príncipe Harry, en el estadio de Wembley con motivo del WE Day. La sorpresa de la Duquesa de Sussex sido tachado por muchos como una "zancadilla" a su cuñada Kate, que iba a centrar toda la atención mediática.