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¿Y si te dijera que las ceramidas son uno de los ingredientes que más debes tener en cuenta para mantenerte joven? La piel que recubre tu cuerpo es un órgano defensivo que evita que en tu organismo penetren toxinas y patógenos, y lo hace, entre otros mecanismos, con la barrera cutánea, que es la frontera de tu organismo. La barrera o escudo protector está ubicada en la capa más externa de la piel, en la epidermis, y está compuesta por varias capas de células y de lípidos, y sus funciones son clave para el equilibrio, como la regulación de la temperatura corporal, evitar la pérdida de agua y contener las defensas microbiológicas -llamadas 'defensinas'-. Y hoy, en mi consultorio de belleza, te cuento cómo puedes mejorar esa barrera cutánea con las ceramidas, uno de los ingredientes que no puedes dejar pasar en tu rutina de belleza.
Los componentes de la barrera cutánea, además de células y factores de hidratación como el ácido hialurónico y la urea, tiene lípidos -colesterol, ácidos grasos y ceramidas-. Las ceramidas son lípidos fundamentales que están presentes de forma natural en la capa más superficial de la piel, y constituyen un aporte muy importante de la matriz lipídica intercelular, que es el 'cemento' que mantiene íntegra la barrera cutánea, porque mantienen 'pegadas' las células del estrato córneo.
La piel presenta de forma natural ceramidas, que se generan a través de un proceso biosintético que se desarrolla en la capa más externa, en el estrato córneo. Ahí se sintetizan las ceramidas, que adquieren las propiedades necesarias para liberar vitaminas antioxidantes como la D, E, F y C.
A medida que las células de la epidermis maduran y se convierten en células muertas, se llenan de queratina y de ceramidas para formar la barrera cutánea, que es impermeable debido a la grasa natural. Las ceramidas se deterioran por factores internos y externos como el paso del tiempo, las exposiciones solares, frío o calor excesivos, el uso de jabones fuertes o el exceso de exfoliación. Todo ello disminuye la producción natural de los lípidos, por lo que es recomendable 'reponerlos' a través de cosméticos que contengan ceramidas. Aunque, como siempre, te recomiendo, antes de empezar, un estudio personalizado de la piel online como el que ofrezco en mi clínica.
La alteración de las ceramidas debilita la barrera cutánea, y con ello la piel se deshidrata con más facilidad, favoreciendo la formación de arrugas de expresión, pero también de granos, rojeces, dermatitis, infecciones y otros problemas cutáneos. Para mantener las ceramidas en la piel se deben adoptar hábitos saludables como usar protector solar, e introducir en la rutina de cuidados faciales, cremas y lociones, respetuosas con la piel, que sean naturales, suaves y que entre los ingredientes cuenten con ceramidas para mantener la salud de la piel y así poder garantizar una piel funcional y además bonita.