La semana pasada, en el los capítulos 49 al 51 de 'La Moderna', la buena noticia de la liberación de Pablo para Matilde, contrastó con algo que le tenía que decir Íñigo Peñalver. En los capítulos 52 al 56 de 'La Moderna' de esta semana, Matilde se reincorporó a La Moderna tras los acontecimientos con su hermano Pablo. Esta buena noticia no fue completa al ver cómo su querido Íñigo decidió poner tierra de por medio con ella. Al mismo tiempo, doña Carla pretendió seguir con su entramado empresarial y para ello le pidió a Íñigo que la ayudara, algo que pareció no ver con malos ojos. Al menos, tanto Matilde como su familia encontraron apoyo en el inspector Ocampos, el cual se congratuló de ver a Pablo en libertad. Un Pablo que se reencontró con Marta, comprobando cómo en sus respectivas penurias encontraron cierto desahogo. Por último, Trini y Miguel se plantearon comprar otro periquito, y así, de esta forma, quizás engañar a Teresa con su mascota.

Marta no creyó conveniente denunciar a su tío Higinio, de la misma forma que Íñigo no quiso formar parte de negocios que involucraran a Aguirre. En La Moderna, la idea que tuvo Pietro de ponerle nombres a los helados pareció gustarle a don Fermín, y esta cuestión ya fue un nuevo acicate laboral entre Esperanza y el italiano. Mientras, las ganas que tenía la encargada Teresa de ver a su periquito Aquiles contrastaban con las negativas que le daba Miguel para no devolvérselo. El mal de amores atacó de nuevo, y Luisa al verse con Emilio no se sintió con las fuerzas suficientes como para hablar sin tapujos sobre lo que sentían. Algo similar que también detectó Marta con Pietro hacia Antonia; y un hecho que Matilde no quiso dejar escapar, y sin más preámbulos acudió hasta el apartamento de Íñigo para aclarar las cosas entre los dos.

Íñigo siguió con su rechazo hacia Matilde -y sin motivo aparente-, mientras Marta tampoco se pudo sacar de la cabeza a su tío Higinio y llegó a soñar con él. Además, tal fue el miedo que terminó intentando escaparse de casa de Antonia. En el Salón de té La Moderna, tanto a Teresa como a don Fermín les parecieron positivos los nombres para los helados que Pietro les dio a través de Esperanza. Un tema que por seguro traerá recorrido a la relación tirante que ya de por sí tenían los dos. Además, Teresa recibió la buena noticia: Miguel quería quedar con ella para devolverle el periquito. En cuanto a la situación del recién liberado Emilio, Luisa le sugirió que pidiera trabajo en el Madrid Cabaret. Por último, una conversación entre Íñigo y Matilde pudo haber terminado por arreglar la situación.

Teresa le comunicaría a Miguel la muerte de su periquito Aquiles

Matilde e Íñigo parecen que esta vez sí rompieron su relación definitivamente, a ojos de doña Carla, que no quiso perderse el momento. Una doña Carla que bastante tenía con su intención de hacerse con La Moderna, algo a lo que su dueño don Fermín se seguía negando de forma sistemática. Así que hasta la fecha en La Moderna seguiría trabajando Teresa como encargada, ¡y con su periquito en casa! A Miguel no le quedó más remedio que confesarle lo que le ocurrió con él. También tendríamos a Emilio en su primer día de trabajo como camarero en el Madrid Cabaret. Hasta este distinguido local nocturno se personarían Inés y Laurita. La mayor de los Valbuena quería venir a Madrid a disfrutar de su noche y no de los estudios. La corrala es una piña e intercederán para expulsar de ella al tío malhechor de Marta.

La ruptura entre Íñigo y Matilde en realidad fue una estratagema para engañar a doña Carla y que ella se mantuviera en su posición de inocencia con respecto a Pablo. Una buena noticia para Matilde, como parece que las tendrían Trini y Miguel, o eso les dijo el horóscopo. Luego la realidad sería que Teresa le comunicaría a Miguel la muerte de su periquito Aquiles. Y un día más, la presencia de Gabriela por el Salón de té haría ver a su hermano cómo trataba de forma dispar a sus dos sobrinas: mientras que Inés era su ojito derecho, a Laurita la tendría casi como desahogo familiar. El propio don Fermín tendría bastante con sobrellevar la amenaza que recibía de Aguirre. Así, por último, gracias a la ayuda que le dio Esperanza a Pietro para la cuestión de la nomenclatura de los helados, éste como recompensa le regalaría unos zapatos a la empleada de la limpieza.

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Pilar Martínez es periodista especializada en contenidos de televisión y cultura, se graduó en la carrera en Periodismo en la Facultad de Ciencias de la Información (Universidad Complutense de Madrid) en el año 2018. Desde entonces ha pasado por las redacciones de Ecoteuve (El Economista), donde realizó sus primeras prácticas durante el verano del 2016.

Posteriormente, concretamente, en el año 2017 se pasó al grupo Hearst España, donde comenzó su andadura en las revistas de televisión: Supertele, Teleprograma, Telenovela. Ahora colabora con Diez Minutos, en su versión web, donde se encarga de realizar los avances semanales de las ficciones diarias de moda, así como entrevistas y artículos sobre los melodramas o telenovelas que aterrizan en nuestro país y aquellos que están por venir.

Toda una cazadora de exclusivas. A esto, se suma su puesto como redactora jefe de la sección de novela narrativa en la revista Culturamas, medio digital de alto impacto al que lleva unida desde el año 2013. Ávida lectora, cinéfila y seriéfila de primer nivel, ha hecho de su vocación su oficio.