- 'La Promesa': descubre la serie de TVE y sus personajes
- Las mejores telenovelas de la historia
- La sorprendente película de Ana Garcés que no tiene nada que ver con 'La Promesa'
En los últimos capítulos de 'La Promesa', la salud de la pequeña Rafaela se debilitó con cada hora que pasó, y la inquietud se adueñó de los muros de La Promesa como una niebla densa e implacable. Catalina y Adriano recorrieron los pasillos con el alma en vilo, aferrados a la esperanza de hallar una cura que les devolviera la paz. Alonso, por su parte, emprendió una búsqueda frenética, moviendo cielo y tierra con tal de dar con un médico dispuesto a socorrer a la niña. Pero todos sus esfuerzos chocaron con una barrera de miedo: ningún doctor del pueblo osó contrariar la voluntad del barón de Valladares. Así, el palacio se sumió en un silencio cargado de presagios. Lorenzo, impasible, sentenció el destino de la criatura, convencido de su muerte. Leocadia, en cambio, se rebeló contra la fatalidad: si Rafaela recibía el tratamiento adecuado, aún había esperanza.
Toño observó a Manuel y Enora en 'La Promesa'
Entretanto, Ricardo intentó en vano recomponer el vínculo roto con su hijo. Cada palabra, cada gesto, parecieron alejarle más. El nuevo ayudante del marqués observó en silencio... y pronto descubrió que Santos había vuelto a las andadas, y lo había hecho del peor modo imaginable. Pía, deseosa de restablecer la armonía, se atrevió a intervenir, pero su intento solo consiguió el rechazo del lacayo, que ya ni disimuló su desprecio.
En otra ala del palacio de 'La Promesa', el aire se llenó de una electricidad distinta. Enora logró lo impensable: convencer a Manuel de volar una vez más. El joven rompió su promesa y subió al aerostato junto a ella, regalándole a la muchacha una experiencia mágica, casi etérea. La conexión entre ambos fue tan evidente como el murmullo del viento en lo alto. Pero Toño, siempre discreto, observó en silencio, atrapado entre el deseo y la resignación. ¿Tuvo el valor de luchar por su amor?
Curro y Ángela vivieron su amor en 'La Promesa'
Mientras tanto, la cocina recuperó a su alma mater: Lope volvió. Sin embargo, el recuerdo de su paso por casa del duque de Carril le persiguió. Su amigo Curro no olvidó las afrentas sufridas y aguardó su momento de justicia. Y como si fuera poco, Cristóbal continuó imponiendo su voluntad, ordenando transformaciones arbitrarias en el despacho de Ricardo y Santos. El nuevo mayordomo se sintió amo del lugar, para desesperación del servicio, especialmente de Simona y Candela, cuando osó menospreciar uno de sus platos más preciados. Mientras, Ángela y Curro vivieron su amor intensamente.
Pilar Martínez es periodista especializada en contenidos de televisión y cultura, se graduó en la carrera en Periodismo en la Facultad de Ciencias de la Información (Universidad Complutense de Madrid) en el año 2018. Desde entonces ha pasado por las redacciones de Ecoteuve (El Economista), donde realizó sus primeras prácticas durante el verano del 2016.
Posteriormente, concretamente, en el año 2017 se pasó al grupo Hearst España, donde comenzó su andadura en las revistas de televisión: Supertele, Teleprograma, Telenovela. Ahora colabora con Diez Minutos, en su versión web, donde se encarga de realizar los avances semanales de las ficciones diarias de moda, así como entrevistas y artículos sobre los melodramas o telenovelas que aterrizan en nuestro país y aquellos que están por venir.
Toda una cazadora de exclusivas. A esto, se suma su puesto como redactora jefe de la sección de novela narrativa en la revista Culturamas, medio digital de alto impacto al que lleva unida desde el año 2013. Ávida lectora, cinéfila y seriéfila de primer nivel, ha hecho de su vocación su oficio.
