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Esta semana en 'Valle Salvaje', la noche cayó sobre la hacienda con un manto pesado, casi tangible, que anunció tormenta y secretos por desvelar. Victoria, férrea y calculadora, logró arrastrar a Úrsula a su plan secreto, pero no se conformó con una simple alianza: necesitaba que su cómplice estuviera dispuesta a todo, incluso a enfrentarse a sus propios fantasmas. Con precisión fría, tocó la herida más profunda de Úrsula, recordándole afrentas pasadas que aún ardían en su orgullo. La mujer, herida y desarmada, aceptó; su misión dejó de ser solo obediencia y se convirtió en una deuda con su propio honor mancillado.
A unos pasos de distancia, la alegría de la feria se convirtió en tensión. Martín, Francisco y Pepa recorrieron los puestos entre luces y música, pero lo que parecía un plan inocente se transformó en un incómodo triángulo. Los silencios pesaron más que las risas forzadas, los gestos se cargaron de significados ocultos, y la complicidad se resquebrajó con cada palabra que no se dijo. La amistad, antes sólida, empezó a ceder bajo el peso de lo que nadie se atrevió a confesar.
Mercedes temió por Bernardo en 'Valle Salvaje'
En el palacio, Bernardo informó al duque de su marcha. Su voz fue calmada, casi serena, pero cada palabra llevó filo. Antes de irse, lanzó una amenaza que resonó como trueno contenido, un aviso que dejó claro que su adiós era solo el preludio de un conflicto que podría costarle caro al noble. Mercedes sintió cómo el mundo se tambaleó bajo sus pies; la decisión de su marido la dejó atrapada en un desconcierto tan profundo que temió por las consecuencias que se avecinaron.
Adriana, en contraste, se erigió con corazón guerrero. Defendió su relación con Rafael con un valor inquebrantable, ignorando críticas y rumores. Su amor se convirtió en bandera, un estandarte que ni la traición ni la adversidad lograron doblegar. Bárbara, su hermana, no poseyó la misma fortaleza. La traición de Leonardo e Irene la dejó devastada, y ni los cuidados de Pedrito consiguieron arrancarle una sonrisa.
Úrsula movió ficha en 'Valle Salvaje'
Mientras tanto, José Luis buscó desesperadamente una salida ante la amenaza de Adriana. No pudo permitir que se supiera que Valle Salvaje no era suyo; su poder podría desmoronarse como un castillo de arena. Y Victoria, siempre imponente, escondió un secreto aún más temible: su salud se quebró. Mareos frecuentes le recordaron que incluso los más poderosos podían derrumbarse desde dentro, y solo Isabel conoció la verdad. En este juego de pasiones y traiciones, Úrsula siguió manipulando a Julio, asegurándole que la felicidad exigía renunciar a Adriana. Pero el amor que él sintió fue más fuerte que cualquier engaño, y se negó a ceder. Adriana organizó un brindis envenenado en el que Julio perdió la vida. Su funeral se celebró en Valle Salvaje y trajo consecuencias inesperadas.
Pilar Martínez es periodista especializada en contenidos de televisión y cultura, se graduó en la carrera en Periodismo en la Facultad de Ciencias de la Información (Universidad Complutense de Madrid) en el año 2018. Desde entonces ha pasado por las redacciones de Ecoteuve (El Economista), donde realizó sus primeras prácticas durante el verano del 2016.
Posteriormente, concretamente, en el año 2017 se pasó al grupo Hearst España, donde comenzó su andadura en las revistas de televisión: Supertele, Teleprograma, Telenovela. Ahora colabora con Diez Minutos, en su versión web, donde se encarga de realizar los avances semanales de las ficciones diarias de moda, así como entrevistas y artículos sobre los melodramas o telenovelas que aterrizan en nuestro país y aquellos que están por venir.
Toda una cazadora de exclusivas. A esto, se suma su puesto como redactora jefe de la sección de novela narrativa en la revista Culturamas, medio digital de alto impacto al que lleva unida desde el año 2013. Ávida lectora, cinéfila y seriéfila de primer nivel, ha hecho de su vocación su oficio.
