Onofre, cegado por su avaricia y necesidad de tener dinero fácil y constante, decide vender a Cuauhtémoc a su hija Perlita. Levita se entera y, con la ayuda de la policía, impide que el hombre se apropie de su pequeña, tal y como hizo con Gemma en su momento. En mitad de la disputa con los oficiales, Cuauhtémoc es herido por un disparo en una de sus piernas.

Urgentemente es trasladado al hospital, pero los médicos no pueden hacer nada para salvar la extremidad. “Perdió mucha sangre y tuvimos que tomar una drástica decisión para impedir que muriese”, comentan los doctores. El hombre se queda sin una de sus piernas, una noticia que le cambiará la vida para siempre. Además, pasará varios años en prisión, al igual que Onofre.

Mientras tanto, Ariadna informa a Bárbara que demandará a Eduardo para que le pase una pensión alimenticia por Tadeo. La matriarca de los Falcón se burla de su nuera, pues no cree que logre que su hijo asuma semejante responsabilidad y, mucho menos, que la justicia le dé la razón.

Por otro lado, el negocio de convertir el jardín de la casa de los Falcón en un jardín de eventos, empieza a surgir frutos y ya tiene un primer encargo: una pareja quiere usar el lugar para casarse. La familia, por supuesto, accede encantada. Estefanía le da un regalo a Bárbara como muestra de agradecimiento por haberle permitido celebrar su boda en su casa, pero ella lo rechaza.

Ariadna, Dafne y Gemma son testigos del tenso momento y le aseguran a Bárbara que ya están hartas de su actitud. Si no cambia su forma de ser, amenazan con irse de la casa.