Jülide no está en posición de decidir qué hacer con Tufan y cómo proteger a su hijo de él mientras este continúa influenciando a Emirhan de malas maneras. “Si mi hijo sigue viendo a ese demente corro el riesgo de que se vuelva como él y no pienso permitirlo”, reflexiona en su casa.

A su vez Leman se siente desesperada y triste porque Safak porque está decidido a dejar la ciudad: “No puede perderle a él también”, Finalmente, toma coraje y llama a la puerta de Jülide para pedir ayuda: “Necesito que le convenzas para que se quede. Se quiere marchar porque rompisteis vuestro compromiso”.

Por un lado, comienza a surgir algo sincero e íntimo entre Levent y Hümeyra. Sin embargo, su amor puro no es impermeable a las miradas maliciosas de la gente, que no ve con buenos ojos una relación entre la millonaria y su guardaespaldas. Rana piensa aprovechar esta situación para vengarse de Hümeyra y convertirla en la comidilla de toda la ciudad.

Melek le hace un regalo a Elif

Al día siguiente, Levent y Hümeyra, ajenos a lo que la gente dice de ellos, se marchan a una casa propiedad de la mujer y ahí se entretienen cuidando plantas. Poco a poco se van acercando y alguien le toma fotos en una actitud comprometida. Después, le mandan las fotos a la mujer para chantajearle ¿Qué le pedirán a cambio de las instantáneas?

Además, Melek ha encontrado una inesperada forma de hacer negocio. Con algunas monedas, compra material para hacerle una muñeca de trapo a Elif. La niña sonríe como nunca.