Ali, creyendo que Caroline le ha sido infiel y que el pequeño Mustafá es hijo de Ekber, su exnovio, la echa de casa en mitad de la noche. Después, en la soledad de su hogar, el capitán coge una foto de su hijo y trata de sacar algún parecido entre el pequeño y él. ¿Se estará confundiendo?

Por su parte, Caroline, que no tienen un lugar donde dormir, llega a una cabina telefónica en taxi y llama a Kenan en busca de ayuda. Este se ofrece a ir a buscarla y llevarla a un lugar seguro. Selma, que no se fía para nada de las puras intenciones de su marido, decide acompañarlo cuando él le pregunta si quiere venir.

El matrimonio llega al sitio en el que está Caroline esperándoles y esta abraza a Kenan cuando él se baja del coche, sin saber que Selma está dentro del automóvil. La señora ve en la cercanía entre la joven y su marido una señal clara de que entre los dos quizá hay algo más que una amistad. Después, el hombre lleva a Caroline y a Mustafá hasta un hotel que él mismo pagará: “Podéis quedaros aquí el tiempo que necesites”.

Murat firma los papeles del divorcio

Por otro lado, Aylín ha dado un paso más en su proceso de separación e inicia los trámites de divorcio en el mismo bufete en el que trabaja su hermana. Berrin le da la buena noticia de que Murat está decidido a firmar los documentos y parece que no pondrá ningún impedimento a la hora de concederle su libertad.

Al día siguiente, Ali se presenta en el despacho de Cemilé y le enseña la nota que recibió. “Solo hay dos personas que podían hacérmela llegar al hotel en el que estábamos: Kenan y tú”, comenta a su exmujer, dejando claro que sospecha que ella. Cemilé responde a su marido que se equivoca de persona y después interroga a Kenan sobre lo sucedido. Paralelamente, los empleados de la compañía Karci están decididos a hacer huelga tras se convencidos por el sindicato para el que trabaja Berrin.