Tras el boom de Patria entre los lectores algo se ha removido en las conciencias de nuestro país. Se ha promovido la lectura de la novela de Aramburu y se ha hecho una serie basada en ella para HBO, pero también se ha favorecido la creación de otros espacios audiovisuales como la serie documental de Jon Sistiaga ETA, el final del silencio (Movistar), la ficción La línea invisible (Movistar) o El desafío: ETA, de estreno el viernes 30 de octubre en Amazon Prime Video.
En esa línea, de analizar y comprender la historia de un país a través de uno de los conflictos más complejos y dolorosos que conmocionaron a la población española, especialmente en los tiempos de la democracia, ATRESplayer PREMIUM ha querido aportar su granito de arena para que la memoria histórica permanezca gracias a la producción del documental El instante decisivo, que se estrena en la plataforma el domingo 18 de octubre.
En él podemos ver un relato de los doce días de julio de 1997 que transcurrieron entre el rescate de José Antonio Ortega Lara y el secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco. Aunque se trata de un documental periodístico, aprovecha las ventajas narrativas de la ficción y un extenso archivo documental en un relato único, aportando lo que las cámaras no llegaron a mostrar en aquellas jornadas y con testimonios grabados entre Madrid y el País Vasco.
La intención de esta producción de Luz Aldama, directora de Programas de Actualidad de Atresmedia, y Teresa Latorre, quien también la dirige, es reflejar los acontecimientos que transformaron la percepción de la sociedad vasca sobre ETA. Producido por Atresmedia Televisión en colaboración con Buendía Estudios y La Caña Brothers para ATRESplayer PREMIUM, El instante decisivo muestra, después de 23 años, imágenes inéditas grabadas durante la liberación por parte de la Guardia Civil de Ortega Lara, con los momentos más emocionantes de su rescate, tras 532 días secuestrado en un zulo.
Hablemos de ETA
Parece increíble que el próximo 20 de octubre se cumplan 9 años del cese de la actividad armada de la banda terrorista que atormentó al país durante casi 50 años. Tan solo hace dos que anunciaron su disolución y ya hay una generación que ha nacido y crecido sin conocer el tormento del terrorismo en las calles ni en las noticias.
Pero hubo un tiempo en que en España amanecíamos casi cada mañana con un nuevo secuestro, una bomba o un asesinato. Y precisamente todas las realidades que subyacen con motivo de la mera existencia de ETA son las que ahora el sector audiovisual vuelve a reflejar tras años de vacío narrativo.
El instante decisivo centra su atención entre el 1 y el 13 de julio de 1997, unos días en que toda España se mantuvo en vilo, en los que la sociedad vasca dejó atrás la indiferencia y el miedo e hizo frente a la amenaza del terrorismo de ETA. Ahora, veintitrés años después de aquel episodio, la nueva producción original de la plataforma de Atresmedia expone los excepcionales acontecimientos que se vivieron esos días: una operación de rescate sin precedentes, la del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara; el secuestro y asesinato del concejal Miguel Ángel Blanco y el pulso que un pueblo mantuvo con ETA durante 48 horas por salvar la vida de uno de los suyos.
La producción se ha rodado este mismo verano y arranca el relato en la madrugada de 1 de julio de 1997, cuando en una noche llena de tensión y de situaciones imprevistas, la Guardia Civil libera en una nave de Arrasate/Mondragón al funcionario de prisiones secuestrado por ETA, José Antonio Ortega Lara. Llevaba 532 días de cautiverio, el secuestro más largo llevado a cabo por la banda terrorista.
Solo nueve días después de este éxito, celebrado con intensidad por todos, llegaría la reacción de la banda. ETA secuestró al concejal de Ermua Miguel Ángel Blanco y dio 48 horas al Gobierno de José María Aznar para cumplir sus exigencias. Pero no contaron con lo que un pueblo es capaz de hacer por uno de los suyos. A nadie se le olvidan las concentraciones de las manos blancas de aquel verano del 97.
Las tímidas protestas que se promovían desde hacía apenas un año, con lazos azules y alguna que otra mano pintada de blanco dieron paso a manifestaciones multitudinarias debido a la honda marca que dejaron la liberación de Ortega Lara y la crónica de una muerte anunciada prácticamente en directo de Miguel Ángel Blanco. El grito contra ETA de los ermuarras se escuchó en todo el mundo y, por primera vez, gritaron sin miedo, extendiendo esa corriente de coraje por todo el país. Y así, la organización terrorista empezó a escribir su final.