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Ya le ocurrió una vez en la última edición de 'Supervivientes', cuando un micro abierto captó la conversación que Ion Aramendi mantenía con Yaiza Martín, la pareja de Ginés Corregüela, el influencer de los bocadillos. Aquello se interpretó, dadas las circunstancias, como un cierto trato de favor o una franca especial simpatía hacia la concursante por parte de Ion Aramendi.
Esta vez, en la última gala de GH VIP, otro sonido del micro se ha dejado oír cuando no debiera, pero no ha sido en el plató, sino en la casa de San Agustín de Guadalix, y aunque lo han podido oír todos por igual y no se mostraba ni especial simpatía ni solidaridad hacia nadie, como era el caso de Yaiza, ha habido repercusiones. Los concursantes de GH VIP 8 se han enterado de la estrategia de la dirección del programa antes de tiempo.
Ion les ha dicho que estuvieran listos para realizar un juego que les explicarían en cuanto terminara la publicidad. Tras despedirse de ellos le ha explicado al público lo que iba a pasar, pero su voz seguía sonando dentro de la casa. El sonido del micro se coló y se enteraron de todo.
La magia y el riesgo de los problemas en directo
Ion Aramendi ha contado a los espectadores y también involuntariamente a los concursantes no solo que podrían comprar comida en función de las votaciones de los espectadores, sino que también también tendrían oportunidad de enterarse quién era el concursante salvado de la noche.
El regocijo entre los participantes era evidente. Se han puesto muy contentos, pero es evidente que se ha restado emoción y sorpresa al concurso. Además, no han disimulado ni lo más mínimo su alegría comentando a voz en grito que iban a poder comer comida y había salvación. Hasta Michael ha hecho planes de comprar una hamburguesa.
A la vuelta de la publicidad han hecho uso de los 150 euros que les ha dado el público para todos y que no se descontará del premio final.
No ha sido ni mucho menos un fallo de Ion Aramendi, aunque no sea la primera vez que le ocurre, y parezca estar gafado con los micros. Son los problemas de los directos que, todo sea dicho de paso, suelen divertir a la audiencia, y a veces hacen subir unos puntitos el share, aunque algún técnico de sonido o alguien de realización se lleve luego una reprimenda.
