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Gustavo se ha sincerado sobre su paso por 'GH VIP 8', reality al que entró días después de la muerte de María Teresa Campos, a la que estaba muy unido. El pasado 3 de noviembre, tras el abandono del patinador Javier Fernández, los seguidores del concurso se despertaban con la noticia de la expulsión disciplinaria del chófer tras una gran bronca con Alex Caniggia, que también fue expulsado. Carmen Borrego declaró estar muy sorprendida por la noticia ya que Gustavo "no es nada violento". Horas después se supo que el detonante fue un discusión por la comida entre José Antonio Avilés y Álex. Gustavo entró para separar pero hubo un contacto físico entre él y Álex por el que la dirección del programa decidió su expulsión directa.
Ahora el chófer se ha sentado en 'GH VIP: El debate' donde ha hablado de su experiencia en el reality y, sobre todo, del sentimiento de culpa que le ha pesado durante su estancia en la casa de Guadalix de la Sierra. "Ha sido muy duro, yo entré a la cueva directamente cuando lo tenía muy reciente (la muerte de María Teresa Campos). Cuando me despertaba con el frío, el hambre... Siempre me acordaba de ella y me sentía incluso un poco culpable. Creo que estaría orgullosa, siempre me dijo que si tenía una oportunidad tirase para adelante y eso es lo que he hecho", confesó Gustavo a Ion Aramendi.
La familia Campos protagonizó toda la entrevista de Gustavo. "No me sentí querido en el momento en el que se me atacó cuando se me acusó, yo sentí que necesitaba más cariño de ellas, pero después lo aclaramos todo. Yo las considero como unas hermanas. No entendí cómo a veces defendían a otras personas", ha revelado sobre el momento en el que se le tachó a él y a su pareja de 'topos' de las Campos. También aclaró el motivo de su renuncia a seguir siendo el chofé de María Teresa cuando la presentadora se encontraba en uno de sus peores momentos de salud. "Presenté la renuncia porque quería seguir con ella, a su lado. Para mí ella era mi vida y me sentía una carga económica. No quería seguir cobrando un sueldo", ha desvelado.
Sobre su reticencia a firmar un contrato de confidencialidad, Gustavo ha desvelado su enfado por esta petición por parte de Terelu Campos y Carmen Borrego. "Me pareció una ofensa para mi persona. No lo firmé porque, después de 34 años a su lado, me parecía fuera de lugar. Sé que se enfadaron", ha confesado con sinceridad.
