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A pesar del duro momento que está viviendo, María del Monte y su mujer, Inmaculada Casal, mantienen la calma, atienden a la prensa y se muestran amables con todos. Las dos han tenido un atento gesto con una reportera de 'Vamos a ver'. La cantante es la mujer más buscada del momento después de que su sobrino, Antonio Tejado, haya sido detenido como autor intelectual del robo que sufrió en su casa el pasado verano. Para intentar hablar con ella, los reporteros de varios medios de comunicación la esperaban en la puerta de su casa. En un principio, la cantante ha salido de su domicilio en coche junto a su mujer, sin intención de bajar la ventanilla pero momentos después ha dado la vuelta y se ha bajado del coche junto a Inmaculada para atender a la prensa. "Nadie debe preguntarme cómo estoy porque la gente que se ponga en mi lugar lo puede intuir", ha dicho María.
"Sé el respeto que nos tenemos pero necesito seguir viviendo. Yo me paro siempre pero es que no tengo nada más que decir, solo puedo confiar en la justicia de mi país. Tener la tranquilidad de que vivo en un país con garantías y hasta que un juez no se pronuncie, seguir confiando en la presunción de inocencia. Lo dicen las leyes de mi país, a las que me acojo. No es un momento fácil", ha confesado.
Los reporteros le han preguntado si está "más aliviada al saber que los atracadores están entre rejas" y su respuesta ha sido sincera: "Nuestro alivio necesita tiempo. Lo que nos ha pasado ha sido algo muy fuerte". Y sobre la supuesta implicación de su sobrino en el robo ha sido clara: "No soy quién para juzgar. Yo no tengo que hacer ningún juicio. Sospechar es injusto y yo creo en la justicia".
En mitad de la entrevista, Rocío Romero, reportera de 'Vamos a ver', ha sufrido un ataque de tos, que ha continuado hasta que han finalizado las preguntas. En ese momento, María del Monte se ha interesado por saber cómo se encontraba la periodista y al ver que el ataque de tos persistía, le ha dicho a su mujer que fuera a su coche por una botella de agua. Algo que Inmaculada ha hecho corriendo, con el fin de ayudar a la periodista cuanto antes. Era la propia reportera, ante la insistencia del presentador Joaquín Prat, la que describía la escena.
"Llevo varios días con la garganta mal, con tos y en mitad de la entrevista me ha dado un ataque de tos. No quería toser para no interrumpirla para que se escuchase bien la entrevista, entonces he aguantado la respiración. Me estaba asfixiando. Entonces cuando ella ha terminado ya me ha dado el ataque, me ha visto roja, sin respirar y ya ha sido cuando ha venido a ayudarme. Su mujer me ha traído el agua, algo que me ha dado la vida", comentaba la reportera, antes de sentenciar que se "trataba de un gesto que las engrandecen aún más como personas. Hasta que no he recuperado la voz y he podido despedirme de ellas y hablar no se han marchado".
