Después de los inevitables debates que suscitaron dramas cada vez más retorcidos como Por trece razones, You, o Euphoria, Netflix para que ha encontrado el éxito desde un punto de vista completamente distinto. Yo nunca es una reflexión sobre la adolescencia desde una aproximación más sincera, conmovedora y empática.
Trata sobre la vida de Devi, una adolescente norteamericana de origen indio. Devi saca muy buenas notas, pero tiene un problema bastante mayor: le cuesta muchísimo socializar debido a su ambición y a su muy mal genio.
Devi le reza a los dioses para poder cambiar esto y para cambiar todo lo malo que pasó el año anterior, que fueron bastantes cosas. Pide poder asistir a las fiestas que organizan sus compañeros de clase y poder declinar invitaciones a tomar alcohol y drogas, así como, conseguir por fin, un novio aunque no necesariamente de su nivel intelectual e universitario, pero que esté bueno.
Una historia de nerds
Aunque no se trata de una serie autobiográfica Yo nunca podría ser la historia real de la guionista Mindy Kaling, ya que tal como lo señaló, la ficción pretende mostrar otra cara de los estudiantes: “Los nerds no son solo los marginados y los callados. Somos ambiciosos, a veces tenemos personalidades desagradables, queremos tener sexo y sueños como todos los demás niños”.
A diferencia de Por trece razones, que sustenta su argumento sobre el dolor y el miedo, Yo nunca toma un camino más complicado al enlazar la historia de una niña india-estadounidense que atraviesa una complicada situación. Una forma de englobar los puntos buenos y malos de la experiencia de los primeros años de secundaria.
En Rotten Tomatoes, la serie tiene un 100% de críticas positivas con un total de 18 reseñas, mientras que en Metacritic tiene una puntuación de 82 de 100 basado en 14 revisiones.