La 67 edición del Festival de Teatro Clásico de Mérida ha dado el pistoletazo de salida contando con la presencia de un miembro de excepción: la reina Sofía. El pasado viernes, la reina emérita no quiso perderse el concierto que la Orquesta Sinfónica Freixenet de la Escuela Superior de música que lleva su nombre ofreció en el monumental teatro romano emeritense. Después de ser recibida por varias personalidades, como el ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes, el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara o la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, la esposa del rey emérito se dispuso a entrar al recinto, encontrándose en él una agradable sorpresa.
Y es que doña Sofía fue recibida por los presentes con una gran ovación. Puestos en pie, los asistentes estuvieron aplaudiéndola durante más de un minuto, un gesto que estamos seguros conmovió a la madre de Felipe VI. Para la ocasión, Sofía de Grecia se decantó por lucir un veraniego conjunto de blusa y pantalón negro, estampado con grandes margaritas.
Con este concierto extraordinario se conmemoró la celebración de la Asamblea General de Alcaldes y Alcaldesas del Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España, cuya presidencia ostenta durante el presente año la ciudad extremeña. Doña Sofía, reconocida melómana, pudo disfrutar de, entre otras, sinfonías de Brahms y Schumann.
Días de intenso trabajo
La reina Sofía ha tenido una semana de lo más ajetreada. Después de pasar unos días en su Grecia natal en compañía de sus hermanos Constantino e Irene y viajar hasta Suiza para visitar a su hija Cristina, la miembro de la familia real española ha retomado sus compromisos institucionales. El pasado lunes, con motivo del Día Mundial de la Esclerosis Lateral Amiotrófica, mantuvo una reunión por videoconferencia desde el palacio de la Zarzuela con la Fundación Cien. A su vez, en la siguiente jornada presidió la ceremonia de clausura y el concierto de fin de curso de la Escuela Superior de Música Reina Sofía.