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Hacer el camino de El Rocío es una de las tradiciones andaluzas más arraigadas a la cultura española, y cada año miles de personas lo llevan a cabo por convicciones religiosas o sencillamente por placer. Y este año ha contado con una invitada de excepción: Victoria Federica, que este miércoles 4 de junio ha salido desde Triana, en Sevilla, para enfrentarse a los alrededor de 80 kilómetros que separan el conocido barrio de la Ciudad Hispalense de la aldea de El Rocío. Durante el paseo a caballo disfrutará de la preciosa campiña andaluza, y terminará en el Santuario de la Virgen de El Rocío para rendirle culto. Pero, además, no lo ha hecho sola, sino muy bien acompañada.
Victoria Federica no ha querido dejar pasar esta oportunidad, y es que es una de las mejores embajadoras de las tradiciones españolas: el pasado mayo fue imagen de la Feria de San Isidro de Madrid, y esta vez ha mostrado su apoyo a esta peregrinación subiéndose a lomos de un bonito corcel blanco. Para la ocasión, ha lucido un conjunto de su madre de hace más de 40 años, un bonito gesto que dejaba claro lo presente que está en su vida la infanta Elena, y además, iba muy bien acompañada nada menos que de Lourdes Montes y de Fran Rivera, que una vez más, como han hecho otros años, no se han perdido la romería, a los que, por cierto, conoce bien, pues Victoria es muy amiga de Tana Rivera, la hija mayor de Fran (y Eugenia Martínez de Irujo).
La bata rociera de Victoria Federica en El Rocío fue de la infanta Elena
Victoria Federica es una gran amante de la moda, y no se pierde una Semana de la Moda en París. No obstante, también es muy fan del 'vintage' y del 'upcycling', que no es otra cosa que darle una segunda vida a antiguas prendas, incluso modificándolas, y eso es lo que ha hecho para esta ocasión.
Su bata rociera, de color naranja con estampado de lunares blancos y detalles en verde, es de la infanta Elena, y de hecho lo lució en la romería que hizo en 1984. Su hija, sin embargo, le ha hecho algunos arreglos para actualizarlo a 2025, y ha eliminado las mangas abullonadas para quitarles protagonismo y dárselo al resto del conjunto.
