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El príncipe Guillermo ha vivido un auténtico momento 'tierra trágame' durante su visita a Gales. Los duques de Cambridge han decidido trasladarse hasta Blaenavon con motivo de la celebración de San David, patrón del país. Durante su viaje, ambos han acudido a un centro juvenil donde han tenido que hacer frente a un reto muy especial: cocinar los pasteles típicos de los galeses. Sin duda, una prueba que no ha sido nada sencilla de superar, y es que Guillermo de Inglaterra ha terminado demostrando que tiene unas escasas dotes para la cocina.
Los duques de Cambridge han vuelto a hacer gala de su naturalidad y espontaneidad y no han dudado en remangarse para hacer este tradicional dulce conocido como pan negro, hecho con pasas y al que, a veces, se le añade manzana. A pesar de que parecía algo sencillo, finalmente se ha terminado convirtiendo en una auténtica pesadilla en la cocina, y es que parece que al príncipe Guillermo no se le da del todo bien cocinar.
Los duques han ido al condado de Torfaen para visitar el centro Blaenavon Hwb. Allí, se han adentrado hasta la cocina para preparar estos pasteles junto a los jóvenes del lugar. A pesar de que Guillermo de Inglaterra ha intentado poner todo de su parte para que salga bien, finalmente ha terminado bromeando pidiéndole a los jóvenes que no se riesen de él por su dulce. "No juzgues mi trabajo", ha indicado entre risas consciente de que no le estaba saliendo como debía.
Por su parte, Kate Middleton, que parece tener mucha mejor mano para la cocina, no ha podido evitar reírse al ver los dulces que estaba preparando su marido, que ha tenido que terminar reconociendo que era la primera vez que preparaba él este dulce tradicional galés.
"¿Donde está Mary Berry cuando la necesitas?", ha indicado haciendo referencia a una escritora gastronómica y presentadora de televisión inglesa mientras le daba a su mujer los dulces que había hecho y que estaban demasiado delgados para que los cocinara. Sin duda, un divertido momento donde parece que tanto los duques como los niños se lo han terminado pasando en grande.
Sin embargo, Thomas, el joven de 13 años que estaba ayudando a cocinar al príncipe Guillermo, sí que ha reconocido que ha sido un poco "angustioso" ayudarle, y es que parece que no era nada fácil enseñarle qué era lo que tenía que hacer, aunque ha confesado que al final le han quedado "realmente únicos".
Sin duda, una divertida visita donde los duques han vuelto a demostrar que no tiene ningún problema en ponerse manos a la obra para hacer frente a los diferentes retos que le pongan a pesar de que, como en este caso, a él no se le de del todo bien.