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Meghan Markle no para de sorprendernos. Si hace poco lo hacía con su intento de reunirse con el nuevo rey Carlos III para limar asperezas antes de volver a California tras viajar a Londres para despedir a Isabel II, ahora lo hace con unas inesperadas declaraciones sobre su pasado como azafata en la televisión.
La mujer del príncipe Harry tiene un podcast 'Archetypes' donde charla con diferentes famosos sobre diversos temas. En su última emisión, la actriz ha invitado a la dj y heredera millonaria de los hoteles Hilton, Paris Hilton para charlar sobre la fama, la televisión y la imagen que dan algunos programas sobre las mujeres.
En este sentido, mientras hablaban, Meghan confesó que cuando tenía 25 años trabajó en el programa 'Deal or No Deal' de la cadena estadounidense NBC como "chica del maletín". Sin embargo, lo que sintió la madre de Archie en sus primeros pinitos televisivos nos ha dejado más que asombrados.
Meghan Markle apareció en 34 episodios de 'Deal or not Deal' desde 2006 hasta 2007. La actriz se ha mostrado agradecida ya que este trabajo le permitía tener ingresos para hacerse cargo de su gastos: "Era parte de la Unión, tenía seguro de salud, era genial", le explicaba a la amiga de Kim Kardashian en 'Archetypes'. Pero no es oro todo lo que reluce.
Según desvelaba en su podcast, durante esta etapa la actriz se llegó a sentir como un objeto. Además, señalaba que en el programa estadounidense solo se le apreciaba por su belleza, no por su intelecto y que, incluso, llegaron a llamarla tonta. Situaciones que no son nada de buen gusto, ¿no creen?
“Al final dejé el programa. Yo era mucho más de lo que se enseñaba en el programa. No me gustaba sentirme obligada a que todo fuese apariencia y poca sustancia”, añadía la actriz de Suits. Este periodo de su vida hizo reflexionar a la Duquesa de Sussex sobre cómo se trata a la mujer por el físico, y ahora, ha revelado que quiere que a su hija Lilibet, nombre escogido en honor a la abuela del príncipe Harry, se le juzgue por mente y "no por su belleza".