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No hay nada como tener problemas de esos que se pueden solucionar fácilmente a golpe de talonario. Sobre todo si se tiene el dinero para ello, y el rey Carlos III lo tiene de sobra, por lo que ha podido terminar de un plumazo con el último 'quebradero de cabeza' de su esposa, la reina Camila, que acaba de incorporar un nuevo miembro a la familia con la adopción de un adorable perrito. Al parecer, según publicaba el Daily Mail, la consorte estaba teniendo verdaderos problemas de ansiedad por culpa de una casa, concretamente la situada al lado de Ray Mill House -el hogar que compró en 1995 después de divorciarse de Andrew Parker-, y debido a los planes que tenían sus vecinos, el Rey ha tenido que sacar el talonario y evitar, así, males mayores, tal y como te contamos en el vídeo superior.
Carlos de Inglaterra ha pagado más de 3 millones de euros por una casa
El monarca inglés ha tenido que desembolsar nada menos que 3 millones de libras -algo más de 3,5 millones de euros al cambio-, provenientes probablemente de la herencia que recibió de su madre, para terminar con los planes que los dueños de dicha casa tenían de convertirla en un alquiler vacacional, y es que el ir y venir de viajeros no sólo iba a ser un gran inconveniente en contra de la tranquilidad de esa zona de la campiña inglesa, sino que, en el caso de Camila, podía convertirse en un verdadero problema de seguridad, ya que no iban a poder controlar quién se alojaba realmente en la mansión.
Ray Mill House se convirtió en el refugio de Camila no sólo después de su separación, sino también durante su relación con el por entonces príncipe de Gales. De la misma forma, se ha convertido en su residencia fetiche para desconectar de los problemas mundanos y del estrés de ser ejercer de reina, y está claro que no estaba dispuesta a renunciar a su paz por unos turistas, cueste lo que cueste. ¡La que puede, puede...!
