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La princesa Ingrid Alexandra de Noruega cada vez está más preparada para el día en que tenga que acceder al trono, y aunque para eso quede mucho aún (todavía reina su abuelo, el rey Harald, y posteriormente será su padre, el príncipe Haakon, quien le tome el relevo), poco a poco, como hace Leonor en España, está ampliando su agenda de compromisos reales. Tras terminar su accidentada formación militar el pasado abril (que en Noruega es de solo un año, y no tres como aquí), Ingrid se está cargando de obligaciones y deberes oficiales, y la última ha sido uno de los actos más solemnes de la agenda real: la entrega de los Premios Nobel 2025, con especial atención al Nobel de la Paz, que este año ha recaído en la opositora y exdiputada venezolana María Corina Machado.
Desde por la mañana, la agenda real noruega ha estado llena de actos, comenzando por la entrega del Nobel de la Paz de Save de Children, un acto para el que Ingrid ha optado por un look monocromático en color burdeos, uno de los favoritos entre las 'royals' este invierno, incluida nuestra Letizia. Sin embargo, y aunque muchos no han reparado, Ingrid ha tenido que hacer un pequeño cambio de última hora: para el posado escogía unos sencillos salones en color 'nude', pero para el acto, al ser en exterior, prefería unas botas de caña alta y piel vuelta en el mismo color del resto del estilismo. Un detalle que deja claro que nada está escogido al azar. Pero el look con el que ha sacado matrícula ha sido el que ha lucido tan solo horas después.
Ingrid Alexandra de Noruega y su cambio de look exprés en los premios Nobel
Para la gala de entrega de los Premios Nobel por la tarde, Ingrid ha decidido cambiarse de look de forma 'exprés'. En solo unas horas pasaba de su estilismo burdeos a uno azul marino, compuesto por un abrigo tipo bata y zapatos de tacón cerrados en el mismo color. Y, además, cambio de peinado incluido, ahora recogido con un pequeño tocado.
La nota más llamativa la ha puesto con el bolso, pues ha sacado de su fondo de armario el modelo 'Pouch' de Prada, de 1.400 euros, también en azul marino y hecho con la técnica 'Re-Nylon'. La casa de moda italiana sigue un proceso de reciclaje de tejidos con el que consiguen el nylon de alta calidad con el que hacen sus bolsos y muchas de sus prendas, y además ha unido fuerzas con la fundación Sea Beyond, a la que destinan el 1% de las ganancias de todos los artículos 'Re-Nylon' a un programa educativo sobre la protección de los mares. Un símbolo más del compromiso de Ingrid no solo con la moda, sino también con el medio ambiente.
