El 1 de junio de 2006, Rocío Jurado falleció víctima de un cáncer de páncreas. 15 años después de su triste fallecimiento, nada queda de la familia unida que dejó. De un lado su hija mayor, Rocío Carrasco. Y del otro, todos los miembros del clan Mohedano. La reconciliación de ambas partes parece imposible, sobre todo desde que la hija mayor de la tonadillera rompiese su silencio, en la serie documental 'Rocío, contar la verdad para seguir viva'. Pero sí hay algo en lo que todos parecen estar de acuerdo: si La Más Grande estuviera viva, esta 'guerra' familiar no existiría. ¿Cómo sería la relación de Rocío Carrasco con sus hijos, Rocío y David Flores?
En una fecha tan especial, como es el décimo quinto aniversario de su muerte, queremos repasar los momentos más importantes de su azarosa vida. Rocío Jurado, antes de dedicarse a la música, fue modista, zapatera y vendimiadora. Luchó mucho por ganarse la vida como cantante y lo consiguió hasta ganarse el título de 'La Más Grande'. ¿Sabías que estuvo a punto de participar en Eurovisión? La chipionera también triunfó en el cine. Debutó 'Los guerrilleros' con Manolo Escobar en 1963 y consolidó su carrera cinematográfica con 'La Lola se va a los puertos', junto a Pepe Sancho.
En lo personal tampoco le fue nada mal. El amor llamó a su puerta de la mano del boxeador Pedro Carrasco, con el que tuvo a su hija Rocío, la niña de sus ojos. Tras su separación, comenzó una relación con José Ortega Cano. El romance de la tonadillera y el torero que la volvió a convertir en madre de dos niños adoptados en Colombia: Gloria Camila y José Fernando. Una maternidad tardía que compartió con su faceta de abuela. A la cantante le encantaba pasar tiempo con su nieta Rocío Flores y su hija Gloria, que apenas se llevan un año. Para Rocío Jurado, la familia era lo más importante y si había problemas entre sus miembros, nadie se enteraba.
El 13 de septiembre de 2004, la tonadillera dio una multitudinaria rueda de prensa en su casa de La Moraleja para anunciar que tenía cáncer y que se trasladaba a Houston para seguir el tratamiento. "No soy una mujer vencida, sino con la esperanza renovada. Quiero seguir luchando por mi vida y por estar con los míos", dijo entonces. Murió 1 años, 8 meses y 13 días, tras una dura batalla contra el cáncer.