María Patiño se ha casado este 15 de agosto en una romántica boda con Ricardo Rodríguez, su pareja desde hace trece años. La presentadora se ha dado el 'Sí, quiero' con el actor venezolano en una paradisíaca playa en Sri Lanka, donde se encuentran disfrutando de sus vacaciones de verano y su luna de miel. María Patiño y Ricardo Rodríguez han decidido sellar sus 13 años de relación coincidiendo con el día del 48 cumpleaños de la presentadora estrella de Telecinco, en un lugar paradisíaco y sin más testigos que la puesta del sol y el mar de fondo. Tras sus primeras palabras tras su enlace, María Patiño ha desvelado en su programa 'Socialité', todos los detalles de su boda.
La presentadora ha contado cómo vivió el momento de ensueño: “Me dejé llevar, no organicé nada”. También se acordó de ausencias tan emotivas como la de sus padres: “La ausencia de los seres queridos te suple porque te los puedes llevar a cualquier lugar del mundo”.
María Patiño confiesa que ha sido la boda soñada, un encuentro muy especial en el que según ha revelado, solo ha sido sorpresa para la prensa y confiesa haber sentido el cariño de todos. La presentadora vive un momento muy dulce donde ha disfrutado de sus vacaciones en Sri Lanka, de su cumpleaños y de su boda, que han coincidido en el día.
También hemos podido saber gracias al programa antes citado que María Patiño se ha casado por el ritual maya, aunque para que su matrimonio tenga validez en España deben pedir un certificado oficial en Sri Lanka para formalizarlo posteriormente en nuestro país.
Aunque ella siempre con casarse de rojo en un lago, finalmente lo hizo en la playa, descalza y vestida de blanco. Su vestido lo diseñó Ion Fiz en menos de 10 días. La presentadora se lo encargo a el 31 de julio y todo se hizo en tiempo récord. De hecho, solo se hizo dos pruebas del vestido. El vestido es un dos en uno: es un vestido corto, con escote en forma de corazón y tirante fino. Sobre él tiene una falda de tul de quinta y pon. María tiene la intención de reutilizar el vestido corto y ponérselo en más ocasiones, quizá con una cazadora de cuero encima.