El cuerpo sin vida de la esquiadora Blanca Fernández Ochoa apareció sin vida el pasado miércoles 4 de septiembre en la en la zona de Collado del Rey, al pie del pico de La Peñota en la sierra madrileña. Fue a última hora de la mañana cuando un guardia civil que estaba fuera de servicio pero que había participado en las labores de búsqueda, descubrió el cadáver de Blanca cuando paseaba con su perra, una pastor alemán especializada en la localización de drogas. Tras 11 días desaparecida, las esperanzas de la familia de encontrarla con vida, se esfumaron de un plumazo con el terrible hallazgo.
Aunque en un principio se pensó que el informe preliminar de la autopsia se conocería el pasado jueves, finalmente será hoy, ya que hay datos no concluyentes.
La causa de este retraso es el avanzado estado de descomposición del cadáver por lo que no será hasta el sábado cuando cuando se autorice el traslado del cuerpo al tanatorio de Cercedilla, donde su familia y amigos la velarán hasta el domingo, cuando será incinerada.
Según las primeras sospechas de la Policía Nacional, la muerte podría no haber sido accidental ya que el cuerpo de Blanca Fernández Ochoa no presentaba heridas ni golpes graves que indicaran una caída según informa el diario El Mundo.
Además, tal y como sigue informando el periódico, han aparecido dentro de la mochila que llevaba todas las medicinas que la deportista tomaba para tratar sus problemas psicológicos. El mismo diario ha publicado que se está investigando si el Sinogan, uno de los medicamentos que estaba tomando Blanca, podría haber sido el causante de su muerte.
Los forenses han hallado pastillas de este medicamento y tienen que valorar si la cantidad fue excesiva y si su corazón sufrió un infarto. Los expertos tienen que investigar si la esquiadora hubiera sufrido una sobredosis, pero esto llevará varios días para poder confirmarlo.
El Sinogan tiene efectos sedantes y puede ser mortal si se toma una dosis excesiva.
La familia de Blanca informó a la Policía que se había llevado su medicación cuando comenzaron las labores de búsqueda por la Sierra de Madrid.
Sin embargo, piden mucha cautela porque el cadáver ya estaba en estado de putrefacción y serán los resultados de la autopsia los que determinen la causa exacta de la muerte. Lo que sí que tienen claro por el estado del cadáver es que Blanca llevaría muerta entre 7 y 10 días.
Las primeras informaciones hablaban de un posible golpe en la cabeza, pero desde las fuentes de investigación no han confirmado ni desmentido nada e insisten en la cautela y que será la autopsia la que dé la causa de su muerte.
Con el hallazgo del cuerpo terminó una búsqueda que comenzó el pasado 31 de agosto cuando la Policía Nacional difundió un tuit pidiendo colaboración ciudadana para encontrar a la querida esquiadora, a la que se vio por última vez comprando en un supermercado de Pozuelo de Alarcón el día 24.
La familia denunció su desaparición el día 29, cuatro días después de anunciar que se iba a Asturias a pasar unos días y como solía salir sin móvil, no dieron importancia a su ausencia las primeras horas.
El domingo 1 de septiembre el coche de Blanca fue localizado en la zona de aparcamiento de las Dehesas de Cercedilla y, desde ese día, bomberos, Policía Nacional, Guardia Civil y voluntarios buscaron a Blanca por el Valle de la Fuenfría, un enclave natural frecuentado por la ella.