- Carlos Falcó, que falleció a los 83 años víctima de coronavirus, quiso que su hija mediana heredase el título de Marquesa de Griñón.
- Tamara Falcó comienza una nueva vida como parte de la nobleza española y lo hace enamorada de Íñigo Onieva.
Tamara Falcó está de enhorabuena. La hija de Isabel Preysler no ha podido ocultar su emoción en 'El Hormiguero' al anunciar que ya ha recibido la esperada carta del Rey con la que le concede su título como marquesa de Griñón. Un momento muy especial para ella, y es que aunque el 12 de noviembre del año pasado era el día clave para recibir este título, lo cierto es que no se podía hacer oficial hasta que recibiese esta esperada notificación. Sin duda, una gran noticia que Pablo Motos ha querido celebrar tocando la flauta y bromeando con ella sobre lo importante que es ahora.
La colaboradora ha confesado que todavía no tiene la carta física, pero que su abogado ya se la ha mandado por email. "Es muy bonito el texto y muy emocionante", ha reconocido con una sonrisa de oreja a oreja. Para Tamara Falcó, este título tiene un significado que va mucho más allá de poder decir que es marquesa. "Es algo que me ha dejado mi padre y me hace mucha ilusión tener. Es el nombre con el que le identificaban", ha confesado.
Para ella, es todo un honor que su padre haya decidido dejarle su nombre como legado y ha reconocido que, aunque ella no pueda dar su apellido como madre, sí que podrá darle a sus hijos su título. "Me hace ilusión porque es algo que viene de mi familia", ha reconocido visiblemente emocionada.
Tamara Falcó recibe por fin el regalo nobiliario que su padre, Carlos Falcó, fallecido por COVID-19 el pasado 20 de marzo, le dejó en herencia. Este 25 de noviembre, la hija de Isabel Presyler se convierte de manera oficial en la VI marquesa de Griñón, tal y como era voluntad de su progenitor y así dejó por escrito en su testamento. Aunque no ha sido hasta este 7 de diciembre de 202 cuando ha salido publicado en el Boletín Oficial del Estado su nombramiento como marquesa de Grión.
Ocho meses después de la muerte de su padre, y una vez finalizados todos los trámites necesarios, Tamara Falcó entra a formar parte de la nobleza española. La ganadora de 'MasterChef Celebrity' mostraba en 'El hormiguero', programa donde colabora, el honor que supone para ella que se cumpla el deseo de su padre. “Llevar el título de marquesa de Griñón es la mejor herencia que podía recibir”, afirmaba orgullosa.
Una herencia que, tras semanas de espera llega en el mejor momento posible para Tamara Falcó. La joven diseñadora está de nuevo enamorada y el responsable de haber devuelto la ilusión a su corazón es Íñigo Onieva, un joven madrileño diseñador de coches y hermano de la actriz Alejandra Onieva.
A día de hoy, tener un título nobiliario le otorga a Tamara Falcó el tratamiento de Excelentísima Señora, pero no conlleva ningún otro privilegio, ni ningún beneficio fiscal. No obstante, ella no es la única hija de Carlos Falcó que recibe como herencia un título. Su primogénito, Manuel Falcó, recibirá el título de marqués de Castel-Moncayo que es Grande de España, el título de mayor importancia que tenía Carlos Falcó. Su hija Xandra ya tiene un título nobiliario porque su abuela materna, Hilda Fernández de Córdova, le cedió el título de marquesa de Mirabel.
Carlos Falcó utilizaba el título de marqués de Griñón y ha querido cedérselo a su hija mediana porque, además, es como son conocidos sus vinos y aceites. Para evitar problemas legales, realizó una cesión en vida del título a su hija Tamara, cesión que fue adherida como una adenda al testamento y que contaba con la aprobación de Felipe VI.
Nada más hacerse pública la noticia de que Tamara será la nueva marquesa de Griñón, la joven quiso agradecer el gesto a su progenitor a través de un tierno mensaje en Instagram. “Gracias Papi por dejarme el legado más bonito que se le puede dejar a una hija: tu amor”, escribió la diseñadora junto a tres imágenes en las que se puede ver un libro de su padre y sus vinos y un escudo. La joven recibe el título familiar que fue otorgado por primera vez por la reina Isabel II en febrero de 1862.
Según fuentes cercanas a la familia, los cinco hijos de Carlos Falcó están conformes con el reparto de la herencia de su padre. Manuel Falcó, su primogénito, ya era propietario de algunas fincas de la familia y tenía gran parte de las acciones de las sociedades de su padre.