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María Jiménez diseñó su último adiós. Aunque su muerte, el pasado 7 de septiembre, ha cogido a todos por sorpresa, incluso a su propio hijo, Alejandro Sancho, que confesaba estar "en shock", la artista llevaba un tiempo planeando como quería que fuese su despedida. "Espero que este conforme porque sino me va a mandar...", decía su hijo, en tono de humor dejando ver el carácter que tenía su madre. La capilla ardiente, situada en el Ayuntamiento de Sevilla, cerró sus puertas a las 10 de la mañana para iniciar los preparativos del traslado de la cantante sevillana hasta el coche de caballos que la ha llevado hasta el barrio de Triana, donde nació la artista, con dirección a la iglesia de Santa Ana, donde fue bautizada. Tras la misa, sus restos mortales han sido traslados hasta el cementerio de San Fernando de la capital hispalense.
Centenares de personas han aguardado el paso del coche fúnebre por el Puente de Triana, en dirección a la calle Betis, en la que nació María Jiménez. A su paso, han sonado aplausos y vítores.
La iglesia de Santa Ana estaba abarrotada ya que como pidió María, las puertas se han dejado abiertas para que todos sus vecinos pudieran darle su útlimo adiós. Junto al féretro se ha colocado la foto de la artista que estuvo en la capilla ardiente. Alejandro, su hijo, ha estado acompañado por su tía, Isabel, y por su hija mayor, Julia, por la que la artista sentía verdadera pasión. El grupo flamenco 'Sorpresa' ha puesto la música a la ceremonia, interprentando el tema 'Por el bulevar de los sueños rotos', de Sabina con ritmo flamenco. Tampoco han faltado sus sevillanas favoritas y la salve rociera.
Sobre el féretro se ha colocado un mantón de manila que perteneció a la madre de María y el manto de Santa Ana, el que la talla de la Virgen luce en la novena y en momentos especiales, como procesiona por la calle.
Rostros conocidos, grandes amigos de la artista, también han arropado a la familia. De Eugenia Martínez de Irujo a Francisco Rivera. El torero ha querido tener un bonito gesto colocando una pluma en la solapa de chaqueta y, acabada la misa, ayudó a trasladar el féretro hasta la carroza fúnebre.
A su llegada al cementerio, Alejandro ha expresado su deseo de que fueran mujeres las que portasen el féretro de su madre, en un gesto más de lo que María luchó por los derechos de la mujer, pero, debido al peso del ataúd, no ha sido posible. Los restos de la artis han sido incinerados en las más estricta intimidad.
María Jiménez, la 'reina' de Triana
La artista está siendo despedida como una auténtica reina. Precisamente, el funeral de la cantante coincide con el primer aniversario de la muerte de la reina Isabel II. Su hermana, Isabel, ha contado una divertida anécdota en 'El programa del verano' que une a ambas reinas, la de Triana y la de Inglaterra. "Ella me dijo 'yo quiero un coche que me lleve a la iglesia, a mí me paseais por Triana' y yo le decía, 'sí, otro paseito más, no has tenido bastante paseos ya, ¡otro paseito más!", ha contado emocionada.
Cuando le pedía que los caballos de la carroza tenía que llevar penachos de plumas, Isabel le contestaba: "¿Tú te crees que eres la reina de Inglaterra?' Y le decía ella va a ir con su coche de caballos, las plumas puestas y todo el cortejo de flamenco que pueda venir... y ella decía 'chiquilla, déjame".
La emoción ha embargado a Isabel que no ha podido ocultar las lágrimas. "Yo lloro muchísimo, me da mucha pena, pero también me río porque sé que a ella le gustaba mucho verme reír. Una cosa es la pena que tenemos por dentro, que es inmensa. Es la única hermana que tengo, no tengo otra, me he quedado sin ella, no puedo discutir con ella ya, ya no puedo...".
