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La Semana de la Moda de Madrid ha obrado el milagro: Tamara Falcó y Boris Izaguirre han sellado la paz públicamente tras meses distanciados. Ha sido durante el desfile de la firma Pedro del Hierro, con la que Tamara colabora en sus diseños, donde se han podido ver las caras tras unos meses muy movidos para la marquesa: infidelidad, reconciliación, boda, luna de miel, vacaciones... y, con la llegada del nuevo curso en septiembre, parece que ambos han querido hacer borrón y cuenta nueva, y así retomar su amistad de años.
Completamente de forma inesperada, tanto Tamara -que ha retomado su tratamiento de maternidad tras el verano y ha confesado a la Prensa cómo es su vida como mujer casada- como Boris han coincidido en el desfile de la firma española, y allí, entre centenares de personas y flashes, han tenido un reencuentro muy especial en público gracias al gesto de acercamiento de Boris, con el que la marquesa de Griñón parecía muy feliz.
Ambos se han estrechado las manos y se han dado besos en la mejilla, como dos grandes amigos que hacía meses que no se veían, y es que al final sus años de amistad han pesado más que cualquier enfado que hayan podido tener en el pasado. "Me ha encantado saludarla. Esto no es un reality ni un concurso, simplemente somos dos amigos que están intentando arreglar las cosas, que por mi culpa, yo creo, se han dañado bastante. Es importante ver cómo reconstruimos ese puente", ha dicho Boris a los medios tras el encuentro con una gran sonrisa.
El motivo de la enemistad de Tamara Falcó y Boris Izaguirre
El detonante de esta ruptura fueron las polémicas declaraciones de Tamara en el Congreso Mundial de las Familias, celebrado en México. Sus palabras sobre el colectivo LGTBIQ+ no gustaron nada al escritor y a su marido. "Ahora estamos viviendo un momento muy complicado para la humanidad, hay tantos tipos distintos de sexualidades, hay tantos sitios distintos donde puedes ejercer el mal", dijo entonces Tamara. El escritor le dedicó una columna en un conocido medio de comunicación en el que la calificaba de "homófoba", algo que dinamitó la relación.
Boris pidió perdón en varias ocasiones a Tamara públicamente, pero no le sirvió de nada. "Me arrepiento totalmente. Si pudiera, hubiera preferido no escribir ese artículo. Hice una rectificación porque luego ella explicó muy bien que se refería a otras cosas, y no a todo el ruido que se había montado en torno a eso", dijo el venezolano en noviembre de 2022. Unas disculpas que no sirvieron para retomar su amistad, e incluso no fue invitado al enlace de Tamara con Íñigo Onieva. Ahora, sin embargo, con el paso del tiempo, parece que las aguas han vuelto a su cauce.
