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Tamara Falcó ha hablado como nunca sobre la relación con su madre, Isabel Preysler. La reina de corazones es una persona muy perfeccionista y la marquesa de Griñón asegura que esto le ha beneficiado mucho desde el momento en el que se dio cuenta de que le decía Isabel Preysler era "por su bien".
Así se lo confesaba a Joaquín en el programa 'El Novato': "Mi madre es una persona muy perfeccionista. Tienes que desarrollar mucho tu personalidad para que el perfeccionismo de tu madre no te afecte. Es algo que yo he trabajado mucho". La marquesa explicaba que tiene una relación muy buena con su madre pero porque en el fondo ha aprendido a adaptarse a esta perfección que busca en todo Isabel Preysler.
En esta misma línea en la tertulia de actualidad de 'El Hormiguero', Tamara Falcó volvía a sacar a la luz el lado más duro de Isabel Preysler como madre provocado por su perfeccionismo.
Todo comenzaba cuando los tertulianos de la sección de actualidad del programa de Antena 3 debatían sobre la actitud de las madres respecto a los hijos a la hora de decirles cosas bonitas o no. Entonces la marquesa de Griñón volvía a repetir que su madre es muy perfeccionista y por eso "le cuesta decir cosas bonitas".
Tamara Falcó también quiso rescatar una anécdota de cuando era pequeña y su madre la llevó al médico al ver que no crecía: "Me estaba quedando bajita y me llevó al médico de crecimiento", recordó.
Entonces Tamara se remontó a su infancia y a ese momento en el que su madre le comentaba al doctor "que con esa cara y esa naricita, es una pena que se queda bajita", le comentó Isabel al pediatra.
Unas palabras que, a día de hoy, Tamara aún recuerda "es de las pocas veces que recuerdo que mi madre me dijera tantas cosas bonitas", finalizó.
Otro detalle que quiso destacar la marquesa de Griñón sobre su madre fue que "tiene tantas reglas en casa de lo que no se puede hacer, que Íñigo le dice que tiene que hacer un libro para que se entere", concluyó.
