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Adriana Abenia tiene una belleza poco común: alta, rubia, con ojos azules... nadie al verla caminar con tanta seguridad puede pensar el calvario que pasó cuando todo le sonreía. Fue a consecuencia de un incidente que le cambió la vida siendo la reportera estrella de 'Sálvame'. Un incidente, que ha mantenido en secreto hasta la publicación de su libro 'La vida ahora', en el que desvela que sufrió abuso sexual cuando se encontraba cubriendo un viaje de los Reyes de España. Las consecuencias de aquello le pasaron factura, sufrió un ictus cuando se encontraba sola en su casa… Pero, quién mejor que Adriana para hablarnos de un tema que diez años después da por superado, sabiendo que hay momentos en los que el cuerpo dice "¡basta ya!". El suyo lo hizo, pero siguió adelante. El tiempo le ha enseñado que a veces hay que romperse para comenzar de nuevo, y es lo que ha hecho.
"He conseguido domesticar la perfección. Yo era como un robot, a lo largo de los años he comprendido que es un error, no disfrutas del momento", me cuenta nada más vernos. Un sentimiento que le ha costado años de lucha, angustia, ansiedad y hasta un ictus, algo que ha revelado en su nuevo libro, en el que, viéndola pisar con tanto aplomo siempre, cuesta creer todas esas inseguridades. "Olvidas que por el camino hay cosas muy importantes, eso fue lo que me pasó. Gobernó tanto el trabajo mi vida, me atrapó tanto, que me vi en una espiral vertiginosa que me pasó factura".
"Lo que quiero es que la gente entienda que puede pasarle a cualquiera, quiero que entiendan cómo sintiéndome muy vulnerable, consigo hacerme con las riendas de mi vida. Fue complicado en un momento dulce, que parecía brillar todo a mi alrededor, di por hecho que si me sinceraba entonces y contaba lo que me había sucedido, nadie más querría contratarme, ni trabajar conmigo", dice todavía con cierta pesadumbre en su voz al empezar a acordarse del ictus que sufrió, y del que se salvó gracias a su pareja, que llamó a una ambulancia cuando vio que Adriana no se encontraba bien.
Y si tan mal estaba, ¿por qué no fue al psicólogo?, se preguntarán muchos. "Antes, ir a un psiquiatra o a un psicólogo era estar loco, ahora no. Deberíamos cuidar más la salud mental y física, porque el ejercicio es clave para sentirte a gusto. Yo me lo guardé todo, cubría con mentiras lo que no quería contar". "¿Es por lo que no contó que le habían despedido de 'Sálvame'?", quiero saber. "No conté que me habían despedido porque quise cubrir a la productora, porque ellos me habían dado una gran oportunidad, lo que hice fue salvarles un poco el culo, contando cosas que no eran verdad". "¿Nadie le echó una mano?", ahondo. "La eché de menos. Después, Jorge Javier reconoció en una entrevista que el programa no me había cuidado", señala.
"¿Nadie le advirtió que la fama no es tan bonita como la pintan?", le pregunto. "A mí la fama me llegó muy rápido y no supe lidiar con ella. Era complicado y al no gestionarla bien, fue uno de los motivos por los cuales acabé enferma. Cuando te haces tan popular de la noche a la mañana, es complicado, por eso fue tan importante tener a Sergio a mi lado, una pareja desde los 15 años", asegura, con el que se convirtió en madre en 2018.
Precisamente sobre esa relación tan duradera, que acabó en boda en 2015, le pregunto el secreto. "Cuando la gente me pregunta cómo hago, les digo que el secreto está en no anticiparte, en ir sumando días. La convivencia, que erosiona muchas cosas también es una negociación en ese sentido. Sergio y yo somos muy de hablar", apunta, algo que suena casi como un consejo.
Esto es sólo un extracto de la entrevista que Rosa Villacastín le ha realizado a Adriana Abenia. Todo lo demás, con el reportaje fotográfico y todos los detalles, en el nuevo número de Diez Minutos ya en el quiosco.
Su foto favorita
"Esta foto con la Reina me gusta porque siempre ha sido muy amable conmigo"
Entrevista realizada en el Hotel Wellington C/ Velázquez, 8. Madrid

















