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A Carmen Calvo (Cabra, Córdoba, 1957) la conocí como ministra de Cultura y siempre me admiró su energía, su capacidad de trabajo y su preparación intelectual y jurídica, lo que le ha permitido ocupar puestos de gran relevancia, tanto en el ámbito universitario como en el político, siempre defendiendo las siglas de su partido, el PSOE, así como su lucha contra la violencia de género y a favor de la igualdad de las mujeres.
De ahí que el presidente Pedro Sánchez pensase en ella hace poco tiempo para desempeñar la Presidencia del Consejo de Estado, un cargo que asumió este 6 de marzo. Además, para rizar el rizo, su nombramiento ha coincidido con la presentación de su último libro: 'Nosotras: el feminismo en la democracia', en el que hace un repaso por la trayectoria de sus referentes feministas.
"Se lo dedico a mi madre y a mi hija y a todas las madres y a todas las hijas. De mi madre destacaría la valentía de ir a contra mano de lo que se pedía y exigía en su época; de mí, el esfuerzo de continuar lo que ella empezó, y de mi hija, que vive de manera diferente a nosotras dos", afirma nada más empezar la entrevista. Estudiante de un colegio de monjas, rápidamente se dio cuenta de que aquello no era lo suyo: "Fui de muy pequeñita a un colegio de monjas con mis amigas de la infancia, que conservo todavía, y es entonces cuando se despierta en mí la idea de la justicia. De por qué no todas las niñas tenían un uniforme tan bonito como el mío ni estaban en mi clase. Eso despierta en mí el hecho de que quiero ir al instituto público, en el que los chicos y las chicas estaban mezclados, donde estudiaban mis dos hermanos varones". Me sorprende que desde tan joven tuviera las ideas tan claras. "¿Qué le dijeron sus padres cuando se lo comunicó?", le pregunto. "Tomé sola la decisión, porque yo observaba que mi madre era muy independiente. No es algo que aprendiera leyendo, lo veía en mi casa. Mis amigas se fueron del colegio al año siguiente, no obstante, tengo buenos recuerdos del colegio y de algunas monjas", señala.
Durante la entrevista, en la que deja cristalino que "la libertad de la mujer es no depender económicamente de nadie", hablamos mucho de su madre, pero también su padre fue una figura clave en su vida, al que admiraba sin 'peros': "Mi padre estaba enamorado de lo inteligente que era mi madre", me cuenta, algo que dice mucho a su favor, ya que muchos hombres huyen de las mujeres inteligentes, y así se lo digo. "Él tenía una cabeza muy moderna, reflexionaba mucho, se casó muy mayor con mi madre, porque decía que se casaría con la mujer que le gustara de verdad. Mi madre era muy guapa, y tomaba decisiones estupendas para todos. El libro es también un homenaje a mi padre", dice, con esa melancolía en los ojos de quien se acuerda con cariño de los que ya no están.
En su libro, Carmen recupera mujeres fuertes de nuestra historia, como Isabel la Católica o Clara Campoamor, a la que no se cansa de reivindicar: "(Clara Campoamor) pelea muy sola, porque la hemos encasillado en el sufragio de las mujeres. Clara es la única en la historia de España que ha estado en una ponencia constitucional. Es la artífice de la soberanía popular, del pueblo soberano. Si hubiera sido un hombre tendría un busto en todos los ayuntamientos", dice, y no le falta razón. "Lo injusto es cuando siendo tan brillantes, tan magníficas políticas, se pone el foco en otras cosas, y que tengamos que ser nosotras las que las reivindiquemos porque no la reivindique la sociedad en general", añade.
Igual que Clara Campoamor, Carmen Calvo también ha sido incansable, en un trabajo que quema mucho, como es la política. "¿Nunca ha querido tirar la toalla?", le digo. "He estado en sitios muy relevantes, he tenido una vida reconfortante, ya que he estado dos veces en el gobierno de España, ocho en el de Andalucía, he sido vicepresidenta del Congreso de los Diputados, y ahora voy a otro destino. Soy de las que piensa que la vida es una aventura hasta que te mueres [...]. Me gusta lo que hago", dice con una gran sonrisa. Y a pesar de todo, no se considera ambiciosa: "Siempre me han llamado mis compañeros para ofrecérmelo, cuando no he querido estar porque he discrepado en algo, me he vuelto a mi trabajo", afirma.
Éste es sólo un extracto de la entrevista que Carmen Calvo ha concedido a Rosa Villacastín para la revista Diez Minutos. Puedes leerla en el nuevo número (3876) que ya está a la venta en quioscos.
La foto favorita de Carmen Calvo
"Me gusta esta imagen porque la mascarilla que llevo tiene los colores de España y la bandera de Andalucía".
Entrevista realizada en el Hotel Intercontinental. Paseo de la Castellana, 49. Madrid.
Rosa Villacastín es una de las más prestigiosas de la crónica de la prensa del corazón en nuestro país.
Nació en Ávila el 2 de junio de 1947. Estudio Letras en la Universidad Complutense. Comenzó su andadura profesional en el Archivo Histórico, un año después le nombran encargada del Archivo Rubén Darío en la Facultad de Filosofía y Letras. En 1971 ficha por el Diario Pueblo, donde desde 1977 hasta 1983. El Golpe del 23F lo vivió en primera persona en el Congreso de los Diputados. Al cierre de Pueblo trabaja en el Diario Ya y el Grupo Vocento. En Radio ha colaborado en RNE, Antena 3 Radio y en la SER con Xavier Sardá Y Gemma Nierga. Y con Concha Garcia Campoy en Punto Radio.
Ha colaborado en revistas como época, Panorama, Interviú, Tiempo, Mujer de Hoy, El Semanal, Yo Dona, y LOC del Diario El Mundo. Desde hace 26 años colabora en la revista Diez Minutos haciendo una entrevista semanal.
En TVE comenzó con Teresa Campos hasta que la ficha Antena 3 TV, donde copresentó ‘Extra Rosa’, con Ana Rosa Quintana; ‘Las mañanas de Rosa’ y ‘La tarde’. Actualmente colabora con TV.
Es vocal de la Junta Directiva de la APM (Asociación de Periodistas de Madrid).
Entre los muchos premios recibidos, hay que destacar el qué le entregó Adolfo Suarez como Popular de Ávila. Mujer del Año por las mujeres de Zamarramala, Segovia; Garbanzo de Plata por su trayectoria profesional. El micrófono de Oro, y El Ciudad de Marbella, y el Internacional de Prensa, así como El Pablo Iglesias, que concede la UGT de Castilla y León.
Ha escrito varios libros, entre otros ‘El club de las santas: Divorcios de oro de la democracia’, ‘Hay vida después de los 50’, ‘Querido imbécil’, ‘Si a los 60 no te duele nada, estás muerta’. “La Princesa Paca: el gran amor de Rubén Dario”. Y “Los años qué amamos locamente”.
Desde hace años da charlas y conferencias sobre la mujer y los medios de comunicación.Ha puesto voz al documental ‘Mujeres olvidadas’. Dirigida por J.Echeverria-Torres.