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Las meteduras de pata de Mariló Montero son ya legendarias en la colaboradora y, cuando pensábamos que lo habíamos visto y oído todo con ella, ha pasado de decir barbaridades -como que el alma se transfiere en los órganos que se trasplantan o que "oler a limón previene el cáncer"- a hacerlas directamente, como esta misma mañana de martes en 'Espejo Público'. El programa se encontraba abordando la problemática que ha vuelto a surgir en torno a un brote de tiña entre jóvenes que acuden a peluquerías en las que no se respetan las medidas de higiene necesarias y, para ello, quisieron contar con un peluquero en directo para demostrar cómo se hace un buen corte de pelo desinfectando el material y tratando al cliente de la manera más limpia posible para evitar estos contagios... pero las ganas de juguetear de Mariló salieron a relucir, y ya no había marcha atrás.
Con todas las herramientas del peluquero sobre una mesa, Mariló se ofreció a hacer una demostración en el pelo de su compañero Miquel Valls. "No me fío, Mariló", se negó él en rotundo. Ella, sin embargo, no cejó en su empeño y cogió una maquinilla del peluquero que no tenía cabezal ninguno, se lo acercó a la cabeza a su compañero... y el resto acabó en drama.
La propia Susanna Griso -que ya tuvo bastante el día anterior al tener que explicar su problema ocular- no podía contener la cara de sorpresa, y hasta ahogaba un grito al ver el destrozo que le había hecho Mariló en la zona de la nuca a Miquel. Entre todos quisieron tranquilizarle para hacerle creer que no se le notaba mucho, cuando lo cierto es que, al no tener un peine colocado, la maquinilla le dejó la zona rasurada al cero. "Nando estupendo y yo aquí fastidiado, ¿no? Es que esto pasa por los jueguecitos...", apuntaba Valls, que no podía esconder su enfado con su compañera. "No sabía que hacían estas cosas las maquinillas. Yo no había cogido nunca una cosa de estas, y tengo tres hermanos", se disculpaba Montero, que no salía de su asombro por lo que había hecho. "Eres muy osada", le recriminaba la presentadora.
Aún así, la propia Susanna, que ya ha vivido otros sobresaltos en el programa, quiso arreglar el desaguisado de su compañera, por lo que no le quedó más remedio que pedir ayuda al peluquero invitado: "Te voy a pedir un favor: cuando acabes con Nando, arregla lo de Miguel. Si es que tiene arreglo...", decía la presentadora.
