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Justo cuando pensábamos que Alba Díaz era una mujer feliz, ha aparecido ella entre lágrimas para recordarnos que no todo es tan bonito como se ve por redes sociales, y es que la joven influencer ha hecho una inesperada e impactante reflexión en su Instagram dejando claro que, aunque una esté en un buen momento, también puede sufrir bajones. El pasado mes de marzo contamos en Diez Minutos que vuelve a estar enamorada, y poco después se mostraba feliz de ver a sus padres en buenos términos, pero ahora ha sido precisamente a ellos a los que preocupará, y mucho, tras sus palabras.
Muy centrada en su salud mental, y recuperada ya del problema de salud que sufrió en El Rocío, la hija de Manuel Díaz 'El Cordobés' y Vicky Martín Berrocal no esconde que va a terapia para cuidarse por dentro tanto como lo hace por fuera, pero los últimos días han sido un decaimiento constante: "Me remueve mucho cuando me decís 'qué suerte tienes', 'qué claro lo ves todo', 'qué avanzada estás' o 'qué madura', cuando parte de esa realidad, porque admito que trabajo mucho en mí, es ésta", empezaba relatando en una misiva que escribía sobre una foto suya completamente rota y entre lágrimas por los problemas que está teniendo: "Llevo una semana muy sensible, no tengo ideas creativas, me agobia no saber qué decir o hacer".
Alba Díaz comparte sus problemas en sus redes
La solución, o más bien el 'parche', que ha encontrado Alba es intentar obviarlo, pero todo se le ha acumulado, y ha sido mala idea faltar a su cita con su terapeuta: "Entreno para no pensar, también porque he descubierto que me aísla. Estoy tapando más que nunca estos últimos 3 días y me he saltado terapia este lunes porque no quería remover... FATAL, pero es lo que me pedía el cuerpo", reconoce Alba.
Completamente abierta en canal, y sin temor a mostrarse vulnerable, deja claro sus mayores desasosiegos: "Soy un ser humano, tengo miedos, tengo vértigo, tengo mochila y tengo la regla (por meterle un poco de humor jajajaja). No sé hasta qué punto esto es necesario hoy, pero estoy llorando y sacando cosas desde el lugar más profundo de mi cuerpo y mi ser. Tengo miedo de lo que no puedo controlar, y aunque lo trabaje sigo teniéndolo. Me cuesta mucho quitarme esto, pero sé que tarde o temprano lo conseguiré...", relata, antes de animarse a sí misma: "No me pienso rendir con nada, también os digo". "Sólo quería dejaros claro que puedes estar yendo por buen camino y tener épocas de mierda y no pasa absolutamente nada, por algo será", sentencia.
Con esta carta, Alba deja claro que, una vez más, los famosos no son de piedra ni seres sin sentimientos, y que muchas veces la procesión va por dentro, tal y como dejaba claro Vicky, su madre, hace sólo unos meses al defenderse, por enésima vez, por los insultos que recibía por su físico.
