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Mario Vaquerizo por fin ha podido abandonar el hospital en el que tuvo que ser ingresado este pasado fin de semana tras una aparatosa caída del escenario, en el que dio un traspié al bajar de una plataforma giratoria y acabó haciéndose bastante daño contra el suelo. Rápidamente los servicios de emergencias del Festival Horteralia, donde actuaba con su grupo -Nancys Rubias- le atendieron, pero al ver que no recobraba el conocimiento, le trasladaron rápidamente en ambulancia al Hospital Universitario de Cáceres, del que salía esta misma mañana, tal y como adelantaba su mujer, la también cantante Alaska, horas antes.
Con el cuello inmovilizado con un collarín y en silla de ruedas, y acompañado por su hermana -Marta-, Mario no tenía problema en atender a la Prensa a la salida del hospital, justo antes de montarse en un coche que le llevaría a su casa en Madrid: "Me han tratado en este hospital de putísima madre", empezaba diciendo con su habitual sentido del humor a pesar del susto y de los dolores: "Ha sido una caída tontísima, hay que tener mucho cuidado con las caídas", añadía antes de decir exactamente los detalles de su accidente: "Tengo una fractura de la vértebra 4 y de la vértebra 6 -desvelaba señalándose las cervicales-, pero estoy en muy buenas manos con este equipo médico maravilloso que me ha tratado fenomenal".
Además, el exconcursante de 'MasterChef Celebrity' no ocultaba que estaba bajo los efectos de los medicamentos, necesarios para aliviar sus dolores: "Ahora voy un poquito dopado. Yo creo mucho en el dopaje, porque es lo que me viene bien", señalaba con simpatía. Segundos después, una enfermera le ayudaba a incorporarse para meterse en un coche de vuelta a Madrid, donde le espera su mujer lista para darle todo el cariño del mundo, especialmente después de haberse llevado el susto mientras estaba fuera de España, lo que obligaba a Alaska a coger un vuelo de última hora para volver a casa corriendo. ¡Ánimo, Mario!
