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El 2025 un año muy especial para Raúl, ya que celebra sus bodas de plata en el mundo de la música, algo que coincide con su 50º cumpleaños. Dos cifras muy importantes para el cantante vasco, que lo va a celebrar por todo lo alto con una gira llena de conciertos por la geografía española. Tenía 25 años cuando empezó a dar sus primeros pasos en la música y enseguida tocó el éxito. Aunque reconoce que el globo se ha ido deshinchando, está muy contento de su trayectoria, "porque no he dejado de trabajar en lo que me gusta". La última que hablamos con él fue en 2022, y desde entonces han cambiado muchas cosas. Ahora dice que le asombra cuando le ponen el adjetivo de cantante ‘clásico’.
¿Nueva gira?
Sí, “25-50” se va a llamar. La verdad es que tengo mucha ilusión.
¿Te asusta cumplir años?
No, pero sí es verdad que lo que es la cifra me está impactando un poco.
No te quejes porque todo el mundo te echa menos edad.
Siempre he tenido cara de niño. Si ves el vídeo de “Sueño su boca”, parecía que tenía 15 años y tenía 25.
¿Pero no te has hecho ningún retoque?
Voy a confesar que en diciembre me puse bótox en la frente. Empecé a tener la crisis de los 50 y me vi arrugas en la frente.
¿Anímicamente también has tenido crisis?
¡No! Me sorprende porque te das cuenta de que has pasado la mitad de la vida. A lo mejor me puedo sentir un poco mayor. Sobre todo, me siento mayor cuando me dicen que ya soy un ‘clásico’.
¿Eso te molesta?
Me dicen que musicalmente soy un clásico y al principio me sentó fatal, porque para mí clásicos son Raphael o Bertín Osborne. Ahora, te reconozco que me parece bonito porque parece que estás marcando muchas generaciones. Eso te enorgullece.
¿Te quedan cosas por hacer?
Muchas cosas. Quiero seguir haciendo nuevos temas y retomar las baladas porque es una espinita que tengo clavada. Me gustaría compartir escenario con otros artistas y volver a cantar en América, aunque sea esporádicamente.
¿Esa no es tu verdadera espinita?
No, pero quiero recordar muchas cosas que viví en aquella época. Lo viví tan acelerado que no me dio tiempo a disfrutarlo.
¿Te arrepientes de algo de estos 25 años de carrera?
A lo mejor me arrepiento de no haber aceptado algunas cosas. Por ejemplo, haberme ido a México a hacer una telenovela.
¿Por qué no lo hiciste?
Porque era estar lejos de España durante mucho tiempo. Alejado de mi familia. Aceptarlo hubiese sido estar allí mínimo dos años.
Igual tu vida hubiera sido otra como galán de telenovelas.
¿Tú crees? La música era más importante para mí y me faltaba preparación actoral.
Nunca has hecho musicales.
Es otra de las ofertas que me hicieron. Hacer un musical me gustaría probarlo en alguna ocasión. No lo hice porque tenía mucho trabajo y no podía explorar cosas nuevas.
Tenías mucho trabajo. Tu agenda estaba repleta, pero el globo se fue deshinchando. ¿Cómo lo viviste?
Yo he seguido trabajando aunque no estuviese en el candelero. Siempre he tenido giras y además con el mismo representante. Eso es difícil decirlo. Los dos hemos acertado y equivocado juntos.
¿Has contado cuántos conciertos has hecho?
Pues igual cerca de mil, pero nunca me he parado a contarlos. La verdad es que me da vértigo la pregunta. Recuerdo mi primer concierto en Málaga. Estaba muy nervioso porque me enfrentaba por primera vez al público.
¿Te has hecho millonario?
¡No! Yo cuando era joven era muy frío y calculador en este sentido. El hecho de la muerte de mi padre me hizo ser consciente de que cada paso que daba era muy importante. Nunca he sido una persona derrochadora y he invertido en pequeñas propiedades.
¿Tu madre tuvo miedo de que empezaras en esta profesión?
Sí, porque era un mundo que nosotros desconocíamos totalmente. El mito de sexo, drogas y rock and roll, luego te das cuenta de que no es así exactamente. Mi madre confiaba en mí, a pesar de lo travieso que haya podido ser. De vez en cuando hay que perder la cabeza.
¿Has perdido alguna vez la cabeza?
Unas cuantas.
¿Por amor?
Por amor no me han dejado perderla, porque no he sido correspondido. A mí me hubiera encantado perderla.
¿Sigues soñando con esa boca, como la canción?
Sigo soñando. No he perdido la esperanza. Pero no me preocupo. Pero te reconozco que después de aquella boca de la canción, ha habido muchas.
¿Muchas?
Igual es por eso por lo que me cuesta encontrar pareja.
Con 50 años, ¿te apetece tener pareja?
¿Qué pregunta es esa? Pues claro. Siempre queremos lo que no tenemos.
¿Es difícil compaginar ser artista con el amor?
Siempre he creído que no, y no he tirado la toalla.
¿Has ligado cantando?
No creo que haya ligado cantando al oído a alguien. Me da vergüenza. Reconozco que lo he hecho, pero intento no hacerlo. Es un arma que no me gusta utilizar, porque entonces no se están enamorando de la persona y sí del artista.
Has tenido suerte profesionalmente. Cosa que muchos de tus compañeros de la época de cuando empezaste no pueden decir.
Sí, hay muchos que han caído. Yo doy gracias cada día por hacer lo que me gusta, ser feliz, tener una familia que me apoya y unos amigos en Madrid que se han convertido en mi familia y me protegen y me dan ánimos cuando tengo bajones.
¿Eres llorón?
Soy muy llorón. Me emociono con muchas cosas y más cuando veo lo afortunado que soy. Yo lloro de pena y de alegría. A mí llorar me sirve de terapia.
¿El mundo de la música ha cambiado mucho?
Sí, para mí antes era mucho mejor. Yo siempre he admirado las grandes voces y la forma de transmitir. Ahora creo que la mayor parte de la música se ha convertido en susurro. Todo ha evolucionado y eso no quiere decir que sea todo para bien.
Hablamos de voz, pero las letras también han cambiado.
Eso es un tema terrible. Hay canciones tremendas, que hablan de cosas con un vocabulario que me asombra. Ya no hay la sensualidad de una buena letra o de una buena rima.
¿Había más competencia antes?
Sigue siendo la misma, pero yo tengo claro que no puedo competir con las nuevas generaciones.
Cita con Raúl en... Ginkgo LAB Madroño
Quedamos con Raúl en el nuevo Ginkgo LAB Madroño, que no solo es un restaurante, ya que es un espacio donde se unen creatividad y funcionalidad para ofrecer experiencias memorables. Este nuevo local, en el corazón de la capital, cuenta también con talleres culinarios.
Estilismo: María Álvarez | Maquillaje y peluquería: Javier Reyes para Topicrem | Agradecimientos: Restaurante Ginkgo LAB Madroño. Calle del General Díaz Porlier, 101. Madrid. Telf.: 915 620 806. www.ginkgogastrolab.com
Daniel I. Carande lleva dos décadas en el mundo de la prensa del corazón. Con veinte años comenzó su andadura en la revista Diez Minutos, donde continúa cubriendo las mejores fiestas de nuestro país, hace diferentes reportajes y entrevistas a los rostros más conocidos de nuestro país. Durante unos años, compaginó su actividad en la prensa escrita en la revista ¡Qué me dices!.
La radio también se ha cruzado en su camino. Desde hace diez años, es uno de los colaboradores en la sección radiofónica de ‘Crónica Rosa’ de ‘Es la mañana de Federico’ programa presentado por Federico Jiménez Losantos en Esradio.
Además, también ha participado en diferentes programas de televisión como ‘Las mañanas de Cuatro’, ‘Las mañanas’ (La 1 de TVE), ‘Estando contigo’ (Canal Castilla La Mancha) y actualmente es uno de los colaboradores del programa de Antena 3 ‘Y ahora, Sonsoles’, presentado por Sonsoles Ónega.
Estudió Periodismo en la la Universidad San Pablo-CEU de Madrid. Y desde el principio tenía claro que lo suyo era comunicar y colarnos en la vidas y casas de los famosos más relevantes de nuestro país gracias a sus crónicas y a sus entrevistas.
