Ana Obregón ha contado lo que nunca había dicho sobre la enfermedad y el fallecimiento de su hijo. El próximo mes de mayo se cumplen 5 años de la muerte de Aless Lequio, a los 27 años. Su fallecimiento sumió a Ana Obregón en un profunda tristeza, hasta el punto de intentar quitarse la vida. Pero la presentadora volvió a sonreír tres años después con el nacimiento de su nieta, Ana Sandra, hija póstuma de Aless. De todo esto ha hablado con la abogada Cruz Sánchez de Lara en el programa de Mitele PLUS 'Madres: desde el corazón'. Un espacio de entrevistas en el que ya estuvo Aurah Ruiz, que habló sobre la enfermedad de su hijo, fruto de su relación con el futbolista Jesé Rodríguez. No es la primera vez que habla del fallecimiento de Aless, pero en esta ocasión Ana Obregón ha desvelado algo hasta ahora desconocido sobre el tratamiento para la enfermedad de su hijo: "Me hubiese hasta prostituido".

ana obregon en madres desde el corazon
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"Siempre lo he dicho: valiente es una madre que tiene que enviar a su hijo al cielo", ha dicho Ana emocionada. La presentadora confiesa que la muerte de un hijo nunca se supera pero "se acepta que nunca lo vas a aceptar". De hecho, se ha sincerado sobre el momento en el que estuvo a punto de quitarse la vida: "Lo tenía todo planeado. Estaba en un piso 3 y pedí que me pusiera en el 7, pero en ese momento llamaron a la puerta y era Alessandro, que me recordó lo que le había prometido a mi hijo", cuenta Ana.

Ana Obregón lanza un mensaje de esperanza

La promesa la cumplió unos años después con el nacimiento de su nieta Ana Sandra, que le ha devuelto la felicidad y las ganas de vivir. "Siempre hay algún motivo en la vida por el que seguir adelante, aunque todo el mundo se dedique a criticarlo. Ese algo me ha salvado la vida y es Anita. Venía de vivir tres años en el infierno", declara. "La cogí en brazos y eran los ojos de Aless", ha contado la presentadora sobre el nacimiento de Anita.

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Ana Obregón también ha hablado sobre el tratamiento de Aless. Tras conocer el diagnóstico, la presentadora se informó sobre los tratamientos y paralizó su vida para trasladarse a EE.UU. con su hijo. Fue ella la que costeó los pagos del tratamiento en la clínica Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York. Contaba con dinero para hacerlo, pero no de haber sido así, Ana ha contado lo que hubiera sido capaz de hacer. "Si no hubiese tenido dinero, me hubiese hasta prostituido. Hubiera vendido mi casa, el coche...".

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Magdalena Piñero es periodista experta en corazón, celebridades y sociedad. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Sevilla, se mudó a Madrid para cursar el Máster de Periodismo de la Agencia EFE. Hizo prácticas en la sección de Tribunales y en la de Sociedad y Televisión. En ambas disfrutó mucho, pero fue en la segunda en la que descubrió que cubrir el estreno de la serie de televisión del momento y entrevistar a sus protagonistas le apasionaba mucho más de lo que jamás hubiera imaginado. Sonríe al recordar sus primeras ruedas de prensa, entre ellas 'El programa de Ana Rosa'. Lleva más de una década trabajando en la web de Diezminutos.es, pero es una nostálgica y recuerda con cariño su etapa en el formato de papel de la revista, en la que estuvo colaborando. Un tiempo en el que ha visto y trabajado en las noticias más destacadas del panorama nacional como la boda de Pilar Rubio y Sergio Ramos; el divorcio de Paula Echavarría y David Bustamante; y acontecimientos históricos como la coronación de Felipe VI como rey de España. Además del corazón, le encanta la moda y la belleza. De ahí que ponga el mismo entusiasmo escribiendo sobre los looks de la Reina Letizia que sobre la crema favorita de Isasaweis. Tiene ojo clínico para detectar si dos famosas han llevado el mismo vestido y hacer un tema sobre cuál de ellas lo lleva mejor. En sus ratos libres, además de seguir formándose en las últimas novedades digitales para aplicarlas en su trabajo, le encanta ver realities como 'Supervivientes' y 'Soy Georgina' (comparte con Georgina Rodríguez su amor por los ibéricos), programas de corazón y todo lo que se emita en la parrilla televisiva de lo que pueda sacar un buen salseo. ¿La excusa que pone siempre para verlos sin que la molesten? : «Lo hago por trabajo».