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Belén Rueda acaba de vivir uno de los días más felices de su vida: el pasado 14 de junio se casó su hija mayor, Belén Écija, con Jaime Sánchez, en Menorca. Una bonita ceremonia en la que la actriz estuvo muy pendiente de la novia, a la que ayudó con los últimos detalles de su peinado y a la que dio un emotivo abrazo en la puerta de la iglesia de San Climent donde se celebró el enlace. La protagonista de la serie 'Eva & Nicole' vistió un diseño ideal en color mostaza y escote en 'uve' de su firma de cabecera, Valenzuela Atelier, el mismo estudio que firmó el traje de la novia. Una ceremonia en la que también se produjo el reencuentro público de Belén Rueda y Daniel Écija, que se separaron en 2004 tras 15 años de relación y tres hijas en común: Belén, María y Lucía.
La felicidad por ver a una hija formar su propia familia convivía con el recuerdo de la tragedia que marcó a la actriz para siempre hace casi tres décadas: la muerte de su hija mediana, María, que falleció en 1997, a los 11 meses de nacer debido a una grave cardiopatía congénita. Aunque durante muchos años, Belén Rueda evitó hablar de este doloroso episodio, en 2024 se sinceró con Vicky Martín Berrocal en su podcast 'A solas con...'. "Al principio es negación absoluta de que eso haya ocurrido, tienes la sensación cada día que te levantas que va a estar. Tienes mucha rabia contra el mundo, piensas que es injusto porque no es natural", contó la actriz.
Belén Rueda se sincera sobre la muerte de su hija María
Belén no fue a terapia para superar esta dura pérdida. "El dolor tienes que llorarlo, pensarlo, tener rabia, otros días ilusión… Pero hay una frase muy bonita que leí: 'Ten cuidado con que tu alegría no sea de cristal y tu dolor de hierro'. El dolor tienes que sentirlo, tienes que vivirlo. Pero cuidado con alargarlo demasiado porque sientes que estás traicionando a esa persona que físicamente ya no está contigo", explicó la actriz a Vicky Martín Berrocal.
De todo este proceso, lo más duro fue salir adelante por su hija mayor, Belén, que cuando murió su hermana tenía 3 años. "Parece que no se enteran, pero sí que se enteran. Los niños hasta que no cumplen más o menos 7 años no tienen la visión de la totalidad. 'Nunca volverá no les sirve porque al día siguiente te preguntan dónde está. Entonces te das cuenta más profundamente de la injusticia de algo así", reconoció la actriz.
Belén Rueda, que sufrió un ictus transitorio por el que le detectaron y diagnosticaron una aneurisma cerebral en 2018, ha colaborado activamente con la fundación 'Menudos Corazones', de la que ahora es Presidenta de Honor, una organización que ayuda y acompaña a niñas, niños y jóvenes con cardiopatías congénitas y a sus familias dentro y fuera de los hospitales.
