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A Cayetano Martínez de Irujo (62) la salud le sigue dando disgustos, y ni siquiera tuvo un respiro ante su boda con Bárbara Mirjan el pasado 4 de octubre. Fue ya en noviembre, más de un mes después del enlace, cuando salió a la luz -en 'Informalia'- que el duque de Arjona había tenido que ser operado de una hernia discal pocos días antes del 'sí, quiero'. Y a pesar de que estaba más o menos bien para el día de la boda, en la que se sintió animado para bailar y todo, las complicaciones vinieron después. Hasta el punto de que aún no ha podido ni organizar la misa anual en recuerdo a la muerte de su madre, Cayetana de Alba, ni tampoco irse de luna de miel con su mujer.
Con este panorama, el duque de Arjona y su esposa aún no pueden ni pensar en irse de viaje de novios, aunque aún no lo ha descartado totalmente, igual que la misa anual en memoria de su madre, que matiza que no ha cancelado, sino "pospuesto" para cuando se encuentre mejor. Sin duda, un bache para Cayetano y para Bárbara que ha empañado estos primeros meses de matrimonio, aunque con reposo y "unos días más" espera encontrarse mejor pronto.
En 'Hola' el jinete ha revelado los detalles de su convalecencia, que no ha sido fácil, pues aunque la operación salió bien, una infección en el postoperatorio complicó todo, llegando a darle, según ha confesado, unos "dolores inhumanos". Pero es que, además, lo peor no ha sido el dolor físico, sino el machaque psicológico, ya que ha reconocido que lleva "14 operaciones en los últimos 8 años", la mayoría por sus problemas intestinales.
Así fue la boda de Cayetano Martínez de Irujo y Bárbara Mirjan: lugar, fecha, menú...
La pareja quiso celebrar su amor por todo lo alto el 4 de octubre de 2025, en la Iglesia del Cristo de los Gitanos de Sevilla, tras 10 años de relación que comenzaron conociéndose en una fiesta en Marbella, cuando ella tenía 18 años y él 52. La diferencia de edad no ha sido nunca un problema para ellos, y el hecho de haber estado 10 años juntos antes del enlace lo demuestra. Es más, su amiga la periodista Susanna Griso rompió una lanza a su favor poco antes de la boda, a la que estuvo invitada: "Llevan muchos años como para saber si esta relación funciona o no. Además, tienen una gran complicidad entre ellos. Bárbara es una bellísima persona, y creo que va a ser el puntal. Ella es muy buena", dijo sobre la experta en desarrollo de negocios.
Tras jurarse amor eterno, la pareja y su larga lista de invitados se trasladaron a la Finca Las Arroyuelas, una de las residencias de la Casa de Alba, que además es uno de los mayores latifundios de toda Andalucía, donde se celebró el convite, cuyo menú constó de dos platos: una ensalada de bogavante de primero; solomillo de ternera al horno con salsa de foie, daditos de patata, chalotas y calabaza de segundo y, de postre, tarta árabe con frutos rojos.















