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La muerte del Papa Francisco I ha significado el adiós a uno de los Sumos Pontífices más modernos que ha conocido la Iglesia en su historia, y es que Jorge Mario Bergoglio, su nombre real, apostó durante los casi 12 años que ha durado su papado por un discurso que abrazaba no sólo a todas las culturas o grupos políticos, sino también a grupos marginados históricamente por la Santa Sede desde siempre, como el colectivo LGTBIQ+, y ha sido uno de los Papas que más se ha mojado en cuestiones internacionales de lo más delicadas, como la guerra de Ucrania, la de Gaza o la crisis del COVID-19. Sin embargo, su vida como Sumo Pontífice, aunque ha sido muy interesante, no lo ha sido tanto como su vida anterior a convertirse en sucesor de Papa Benedicto XVI: hablamos de amores, escarceos, sus sorprendentes estudios y sus viajes por el mundo ayudando a los más pobres.
Nacido el 17 de diciembre de 1936 (88 años) en Buenos Aires, ha muerto el 21 de abril de 2025 en Roma. Bergoglio siempre ha gustado de llevar una vida sencilla, algo que chocaba de frente con el estilo de Ratzinger, su antecesor. Mientras el alemán hacía gala de lujos, sedas, oro y prominentes joyas, el argentino siempre fue mucho más campechano. "Mi gente es pobre y yo soy uno de ellos", dijo en multitud de ocasiones, y es que precisamente en 2013, cuando fue nombrado Papa en lo peor de la crisis económica, su 'look' sin opulencias fue muy bien recibido, no sólo por imagen, sino por convencimiento personal y principios. De hecho, no era raro verle cogiendo el transporte público hasta poco antes de tomar el mando de la Santa Sede.
La infancia y primeros años de adultez del Papa Francisco
De su vida personal apenas se saben datos, pero sí que sus padres, italianos de la región de Piamonte, emigraron a Argentina buscando una vida mejor lejos del fascismo de Mussolini. Su padre, Mario, era empleado en el ferrocarril, mientras que su madre, Maria Regina Sivori, era ama de casa y se ocupaba fundamentalmente de la educación de Jorge Mario y sus cuatro hermanos: Alberto Horacio, Oscar Adrián, Marta Regina y María Elena (sólo ésta última sigue con vida a día de hoy). En sus años de adolescencia quizá poco sabía que la vida le iba a llevar por otros derroteros de los que había elegido, y es que se graduó como técnico químico, pero poco después sus firmes creencias y un desamor le llevarían por el camino del sacerdocio. Entró en el seminario diocesano de Villa Devoto y, con sólo 22 años, ingresó con los jesuitas en la Compañía de Jesús.
A pesar de que en un primer momento escogió la rama científica, cuando se mudó a Chile estudió Humanidades y más tarde se licenció en Filosofía al regresar a Argentina. Incluso, entre 1964 y 1965, fue profesor de Literatura y Psicología. Pero nunca dejó de estudiar, y entre 1967 y 1970 también estudió Teología. En cuanto a idiomas, era todo un 'cerebrito': hablaba español, italiano, francés y alemán, se defendía en inglés y tenía conocimientos básicos de latín.
Las novias del Papa Francisco: Amalia, su gran amor, y otros flechazos
Antes de tomar la carrera eclesiástica, Jorge Mario era un chico con una vida simple y muy normal. De hecho, tuvo alguna que otra novia, como Amalia, su gran amor de adolescencia, a la que prometió que, si no se casaba con ella, se metería a cura. A la vista está que no cuajó, especialmente por la desaprobación de los padres de ella. Más tarde tuvo algún 'escarceo' cuando ya estudiaba para cura, tal y como contó él mismo en su autobiografía 'Vida. Mi historia en la Historia' (2024): "Durante el seminario tuve un pequeño flechazo: es normal, de lo contrario no seríamos seres humanos", admitió el Papa. "Ya había tenido novia en el pasado, una chica muy dulce que trabajaba en el mundo del cine y que luego se casó y tuvo hijos", añadió. Pero también vivió un breve enamoramiento que tampoco llegó a más: "Estaba en la boda de uno de mis tíos y quedé deslumbrado por una chica. Realmente me hizo dar vueltas la cabeza por lo hermosa e inteligente que era". No obstante, "Dios venció": "¡Durante una semana tuve su imagen siempre en mi mente y me costaba orar! Luego, por suerte, pasó y me dediqué en cuerpo y alma a mi vocación", relató.
Las polémicas más sonadas del Papa Francisco
Cuando llegó a Papa en el año 2013, tras la renuncia de Benedicto XVI -aquejado ya por varios problemas de salud por los que falleció en 2022- poco se podía prever que Francisco daría tantos quebraderos de cabeza al Vaticano. La institución siempre ha sido muy cerrada, estricta y ultraconservadora, algo que no cuadraba mucho con los ideales del nuevo Papa, que siempre había abogado por separarse de lujos y privilegios, acercarse a los más desfavorecidos y condenar el nazismo y el fascismo.
"Alguien, después de mi elección, dijo que hablo a menudo de los pobres porque yo soy comunista o marxista. Un cardenal amigo también me contó que una señora, buena católica, le dijo que estaba convencida de que el Papa Francisco era el antipapa. ¿La motivación? ¡Porque no uso zapatos rojos! Pero hablar de los pobres no significa automáticamente ser comunista: ¡Los pobres son la bandera del Evangelio y están en el corazón de Jesús! Esto no es comunismo, esto es cristianismo en estado puro", se defendió.
Sonadas también han sido sus declaraciones sobre el colectivo LGTBIQ+, uno de los grupos más castigados históricamente por el cristianismo. En alguna ocasión se mostró defensor de sus derechos y condenó la legislación "injusta" de algunos países hacia ellos (varias naciones mantienen castigos severos, pena de cárcel y pena de muerte para los y las homosexuales). Y es más, sólo unas semanas después de acceder al papado, afirmó: "Si una persona es gay y busca a Dios y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarlo?", unas palabras históricas que significaron un primer acercamiento y que no gustaron nada a los eclesiásticos más conservadores, si bien en otras ocasiones volvió a aflorar la homofobia de la que siempre había hecho gala la Iglesia al calificar la homosexualidad como "pecado", y afirmó que se debería prohibir a los homosexuales entrar en el seminario porque "ya hay mucho mariconeo". Acabó pidiendo perdón 24 horas después por esas declaraciones.
Por otro lado, también ha sido uno de los Papas más abiertos a hablar y condenar los casos de pederastia dentro del seno de la Iglesia, mientras que sus antecesores se habían limitado a 'barrerlo bajo la alfombra'. Llegó a afirmar que "la Iglesia debe sentir vergüenza y pedir perdón" por los abusos sexuales a menores y se lamentó por la "larga incapacidad de la Iglesia" para detectar, frenar y expulsar a los clérigos pedófilos de la institución, unas palabras que resonaron en todo el mundo tras salir a la luz cientos de miles de denuncias de víctimas anónimas de abusos por parte de curas, párrocos, obispos y otros cargos de la Iglesia por todo el Globo.
Los problemas de salud del Papa Francisco
Ya desde joven Jorge Mario Bergoglio padeció varios problemas de salud que ha ido arrastrando toda su vida, si bien ello no le ha impedido ser de lo más longevo. Pronto tuvo que ser operado para extirparle una parte de uno de sus pulmones, por lo que cada afección respiratoria era toda una lotería de preocupaciones. Precisamente estos problemas de salud casi le cuestan ser elegido Papa, pero finalmente el cónclave llegó a un acuerdo y le escogió a él. Además, en los últimos años ha pasado por el hospital en varias ocasiones: tras años aquejado de divertículos en el colon, pasó por quirófano para tratar de paliar los dolores que le ocasionaban. En 2023 de nuevo tuvo que ser ingresado por una bronquitis; ese mismo año, sólo unos meses después, tuvo que ser hospitalizado e intervenido por una obstrucción intestinal; en 2024 se le complicó una gripe, y otra bronquitis le volvió a llevar al hospital en este 2025, aunque esta vez no pudo salir adelante.
