Caroline espía a Alí y descubre dónde se está hospedando Selma. Avisa a Kenan y este se presenta en la vivienda de los Akarsu junto con varios oficiales. Frente a ellos, acusa a Cemilé de secuestro. La mujer está a punto de ser detenida cuando Selma sale de su escondite acompañada de Ösman y declara que ella no ha sido raptada en ningún momento.

“Yo estoy aquí por mi voluntad, porque mi marido no me trataba como correspondía. De hecho, voy a divorciarme de él, comenta Selma de forma ya lúcida y libre del efecto de los medicamentos. A Kenan no le queda más remedio que abandonar la propiedad escoltado por la policía, quienes piden perdón por la incómoda situación.

Por otro lado, Berrin ha tomado la decisión de volver con Hakan para estar cerca de su hija. Él, emocionado ante la idea de tener a su mujer nuevamente en su hogar, prepara una cena romántica. Después de la silenciosa velada, pretende intimar con su esposa, pero esta se muestra fría y distante. Hakan, sintiéndose rechazado indirectamente, abandona la habitación dando un portazo. Entretanto, Ahmet se acerca a Aytén, quien se ha convertido en su paño de lágrimas.

Aytén se acerca a Ahmet

Lejos de allí, Aylín acepta la invitación de Tarik y se marcha con él a la fiesta organizada por el hospital en el que el doctor trabaja. En dicho evento también está Soner, por ser uno de los principales benefactores de la clínica y la chica aprovecha cada instante para incomodarlo.

La situación se hace insostenible y Soner se precipita a irse del lugar. Lo mismo hace Aylín, quien en mitad de la carretera, le pide a Tarik que pare el coche: “Necesito vomitar. Cosas del embarazo”. A continuación, el doctor recrimina a su acompañante que lo haya usado para dar celos a su expareja. Además, le confiesa que se ha enamorado de ella.