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Desde que llegara de Honduras tras su expulsión, Alma Bollo no ha tenido un día tranquilo en el plató de 'Supervivientes', y es que si el pasado martes se llevaba la ¿desagradable? sorpresa de que su ex novio y su ex cuñada, que ahora son pareja, Juanjo Peña y Aguasantas, van a ir al nuevo concurso de Telecinco 'Vaya vacaciones', este jueves ha vivido un 'tirón de orejas' del presentador Carlos Sobera por la actitud que estaba teniendo en el plató durante la gala. Una actitud de seriedad y pasotismo que a Carlos no le estaba gustando nada en una noche que empezaba ya tensa con un buen rapapolvo del presentador contra las críticas de algunos seguidores del programa.
"Me ha llamado mi madre, me ha dicho que tengo una chica muy guapa a mi derecha, que tienes que ser tú, que no me has sonreído en toda la noche", le echaba en cara Carlos a Alma. Ella, lejos de corregirse, se justificó: "A mí no me caracteriza la sonrisa", quiso dejar claro, dejando a cuadros a Sobera. "Soy muy feliz, aunque no os lo creáis", respondía con cierta desgana.
"Pero quiero verlo. Yo te he visto en Honduras con una sonrisa de oreja a oreja", pinchaba Carlos con humor un poco más para intentar arrancar esa sonrisa, que apenas conseguía que la esbozase porque a Alma le hacía gracia que hubiera llamado la madre de Carlos Sobera para decirle eso. "Es que allí era muy feliz. Todo el ambiente allí era feliz", seguía justificándose Alma, que no parecía especialmente contenta de haber vuelto, y respondía con clara ironía cuando Carlos le decía que aquí, y en casa, el ambiente también debía ser feliz: "Puff, no te imaginas...".
La actitud de Alma, a pesar de todo, puede ser comprensible, y es que la hija de Raquel Bollo se ha quedado a las puertas de la final cuando llevaba en el concurso soportando broncas y pasando hambre y frío más de 100 días. Precisamente los 5 finalistas han recibido ya la gran noticia de que van a volver a España, algo que están deseando pero que, a la vez, les da mucha pena. Especialmente a Laura Madrueño, que se ha estrenado este año como presentadora y acababa llorando en el cierre de la Palapa llena de emoción por tener que dar por terminada la edición.
