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"A Gran Hermano no se le toma el pelo". Con esta frase los concursantes de 'Gran Hermano Dúo 2' se enteraban este martes de las nuevas sanciones que la organización había decidido imponer a todos los concursantes por haberse quedado con dulces cuando no podían. La 'suite' ha vuelto a ser clausurada después de que Lucía y Manuel se hayan pegado atracones nocturnos cuando sabían que no debían haberlo, y después de que Ivana y Keroseno hayan tenido que requisarlo todo, salía a la luz que no habían recogido todo el dulce que debían, porque Elena, bajo cuerda, se había quedado con algo de chocolate.
El programa se ha enterado de todo, y ante la risa incontrolable de Elena, terminó confesando: "Solo me guardé dos onzitas de chocolate". Pero ya daba igual: "Nos habéis engañado en menos de 48 horas", recalcaba Ion Aramendi. "La suite vuelve a quedar clausurada", sentenciaba mientras dejaba a los concursantes discutiendo. En concreto eran Keroseno e Ivana, principales afectados, los que se molestaron con la madre de Adara Molinero: "Por hacerte la graciosa", le espetaron. Sin embargo, la cosa no quedaba ahí, porque Elena recibía una sanción específica para ella... y también Asraf Beno por cómplice, por saberlo y no comunicarlo.
La organización mandaba a los dos concursantes a una sala aparte. Allí destapaban un teléfono y les dejaban caer que podrían hablar con sus seres queridos... pero todo era una cruel treta para comunicarles que, aunque podrían haber hablado con ellos, la nueva sanción era precisamente la cancelación de ese privilegio. La madre de Adara Molinero, que asumía toda la culpa, no podía evitar echarse a llorar al ver cómo habían jugado con sus sentimientos: "Me duele mucho por él, porque sé cómo es y no he querido perjudicarle en ningún momento. He entrado a divertirme, a vivir esto y a disfrutarlo. Para mí no tiene importancia e igual si me lo hubieran hecho a mí me hubiera reído. Me duele más por él y ponerle en esa tesitura, y que ahora tenga que discutir con personas", afirmaba.
Asraf, resignado, se tomaba la sanción con deportividad aunque, evidentemente, no le sentaba nada bien, pero trataba de tranquilizar a su compañera. Al ver el drama que se había montado, Ion Aramendi intentaba poner paz: "Esto es un juego. Tiene unas normas y son muy sencillas. Si no se cumplen, tiene sus consecuencias y esta es la realidad. Esta es la consecuencia de intentar engañarnos, no es más que eso. Tampoco hay que tomárselo a la tremenda. Está bien que cada vez os queráis más y que cada uno asuma su responsabilidad para que a la próxima os lo penséis", sentenció.
