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Sofía Suescun puede aparentar ser una mujer muy dura, pero este jueves, durante la gala de expulsión en 'Supervivientes All Stars', mostró su faceta más cariñosa y tierna tras conocerse el nuevo expulsado de la edición: su buen amigo Bosco Martínez-Bordiú. La votación estaba de lo más ajustada, y es que tanto él como Jorge Pérez han conseguido ganarse a la audiencia tras demostrar haber sido dos grandes concursantes (de hecho, ambos ganaron sus respectivas ediciones), pero sólo podía salvarse uno, y ese fue el guardia civil. Un momento en el que Sofía, sin poder remediarlo, comenzó a llorar como una niña pequeña.
La pamplonesa dejó para el recuerdo unas inesperadas imágenes gimoteando que pocos creyeron que verían, y es que, a pesar de que siempre intenta hacerse la fuerte, las lágrimas recorrieron su rostro tras haber hecho todo lo que podía para intentar salvar a su amigo: "Es la persona más divertida en esta isla, es una persona que ha tenido una superación increíble. Siempre es muy generoso con todo el grupo, siempre tiene ganas de hacer todo y más", dijo en su alegato para intentar salvar a su amigo, que aún seguía recuperándose de la terrible caída en la noria infernal. Sin embargo, no sirvió de mucho, y ahora está un poco más sola en la isla.
Atrás han quedado los rumores de tonteo entre ella y Bosco, y es que hace sólo unos días el programa trató de cebar una relación que, a ojos de muchos, era inexistente, y el primero Kiko Jiménez, novio de Sofía, que incluso llegó a decir muy enfadado que si el programa continuaba alimentado ese supuesto flirteo, no acudiría más al plató. Ahora, con el sobrino de Pocholo fuera de 'combate', es una preocupación menos, pero Sofía ya lo siente como una pérdida. Por eso, antes de que el joven cogiera su bolsa y saliera de la palapa en dirección a Madrid, quiso fundirse en un tierno abrazo con su amigo: "Nos vamos a ver en nada", trataba de consolarla, aunque para Sofía ya era tarde y no podía parar de llorar.
